Una de las vivencias culturales que también acusó la pandemia fue el carnaval, que ha mantenido fuera de los cuartos de ensayos a los seguidores más fieles de esta fiesta, dejando un vacío que muchos autores y directores han aprovechado para tomar conciencia de su trayecto, pero sin dar un respiro a las musas, que han seguido ganándose su lugar en nuestro Gran Teatro, dado que el carnavalero no ha parado de crear e imaginar historias en un contexto diferente pero con la misma pasión de siempre.
Pero el autor de carnaval está adaptado a un hábito, a un ritual riguroso con tiempo limitado, con exigencias marcadas en los ensayos diarios y desde esa tensión y presión que mantienen los cinco sentidos alertas durante los meses previos al certamen de coplas. Cambiar esa rutina elimina elementos esenciales que rompen la mágica inspiración que no opera dentro de los parámetros establecidos y a los que se está perfectamente adaptado.
Febrero es el santo y seña de todo integrante de cualquier agrupación, es el principio y final de todo un año, y dicho ciclo es un todo, imposible de dividir. Este año, Huelva ha decidido abrir las puertas del carnaval, hasta la fecha, como otras muchas ciudades andaluzas y el próximo febrero volveremos a disfrutar del concurso del carnaval de Huelva, un certamen que se augura con una excelente participación al cambiar Cádiz su concurso para los meses de mayo y junio, y manteniendo esa absurda normativa de originalidad que propiciará que muchos grupos no puedan acudir al Falla, buscando otras alternativas en las que Huelva es una opción más que aceptable.
En estas primeras semanas de ensayos, Viva Huelva ya está comenzando con las rutinas anuales visitando los distintos grupos, observando una excelente motivación en el ambiente. La ausencia de concurso en el pasado febrero no ha mermado la exaltación que se tiene por el carnaval, todo lo contrario, está en uno de sus mejores momentos y las ilusiones por volver a cantarle a Huelva se notan en el ambiente que se crea cada noche de ensayo.
Uno de esos primeros grupos a los que hemos tenido la ocasión de visitar es la comparsa de Víctor Quintero y Neli Conde, autor de la música, director y autor de la letra, respectivamente, una agrupación valiente con un recorrido relativamente corto como grupo pero con un bagaje individual digno de considerar. Esta comparsa ya está en pleno desarrollo de su repertorio, apurando hasta los últimos minutos de las casi tres horas que dura cada sesión. Se observa su exigencia en las distintas repeticiones de las diferentes letras que interpretan, como si ya estuviesen en el Gran Teatro de Huelva frente a su público, cada año más selectivo.
Con voces de un nivel que abruman y una capacidad de adaptación que sorprenden, nos muestran un breve resumen de su nueva historia, que irá evolucionando a medida que se acerque febrero. Se acoplan a la perfección y viven y sienten cada una de los temas seleccionados, arrastrándonos hacía ese mundo que nos muestran a través del repertorio, aún por perfilar. Cabe destaca, que en el último concurso que participaron dejaron un gran sabor de boca y fue una de las agrupaciones a tener en cuenta, como ha ocurrido desde su nacimiento, hace ya cinco febreros.
Esta comparsa suele ser muy valorada y considerada en el Colombino y de las que se espera siempre que esté entre las grandes que luchen por los máximos galardones. ‘Los Eternos’, nombre con el que sorprenderán en el próximo certamen, dejan claras sus intenciones en cada segundo de ensayo y esperamos que disfruten tanto como nosotros hemos disfrutado en esta visita.
