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Baños: "Si el proyecto del Següesal dañara al Parque de la Breña no lo habrían aprobado"

Ignacio Baños, socio y promotor del proyecto turístico del Següesal en Barbate, defiende dicha actuación que Bogaris pretende construir en el citado municipio

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  • "Lo aprobó el PSOE en 2011 y fue ratificado en 2012 cuando IU era responsable de la Consejería de Turismo"
  • "En densidad de viviendas estamos muy por debajo de cualquier otro proyecto. Hablamos de 1,5 viviendas por hectárea"
  • "El riego del campo de golf y de las zonas verdes se realizará con agua cien por cien reutilizada"

Semana intensa alrededor del proyecto turístico que la empresa Bogaris pretende construir en la zona del Següesal en Barbate. Un proyecto cuyos pormenores se hicieron públicos el jueves a través de sus redes sociales y del que ya hemos dado cuenta de la oposición que genera entre varios colectivos, algunos carácter ecologistas, que se han aunado en una plataforma denominada SOS Barbate. De hecho, para el día 4 de diciembre han convocado una manifestación para mostrar su repulsa ante “un macroproyecto” que, en su opinión “daña el medio ambiente y al entorno del Parque Natural de la Breña”.

"Si todo va bien, en el primer semestre de 2022 se aprobará definitivamente, lo que dará paso a su planeamiento de desarrollo y en dos o tres años comenzarán las obras, en diferentes fases, la primera con la instalaciones deportivas (campo de golf) y los usos hoteleros"

Y ahora, tras ponernos en contacto con la empresa, hablamos con Ignacio Baños, socio y portavoz del citado proyecto que “nace en 2008 a raíz del decreto 43 de la Junta para la regulación, implantación y funcionamiento de los campos de golf” en Andalucía.

En 2011 obtuvo la declaración de Interés Turístico Regional, “siendo el primero en obtenerla” y a día de hoy solo hay dos proyectos que lo hayan logrado, ya que para ello “se tiene que cumplir con unas exigencias medioambientales, de depuración de aguas, de ayuda a la desestacionalización turística y de generación de empleo”, bastante “complicadas”.

Mapa 3D del proyecto Següesal de Barbate.

Por ejemplo, explica Ignacio Baños, “el riego del campo de golf y de las zonas verdes se realizará con agua cien por cien reutilizada”, agua proveniente en este caso “de la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Vejer (EDAR), que actualmente tiene un funcionamiento deficiente, con un tratamiento secundario y con algunos reactores que no funcionan”, por lo que “dentro del proyecto, la empresa se encargará de su ampliación, actualización y  se desarrollará un sistema de tratamiento terciario de sus aguas residuales para poder reaprovecharlas”.

El hecho de hacer uso de dicha EDAR y no la de Barbate es “porque la Junta nos obliga a ir a una realidad y no a futuribles (está pendiente de construcción la nueva), y también por una cuestión de cercanías”.

El portavoz del proyecto insiste en que “con esta actuación también se da tratamiento y oportunidad de regularización a los núcleos diseminados como Rancho Grande, La Oliva y San Ambrosio (este último por petición y exigencia del alcalde de Barbate, Miguel Molina, que fue muy beligerante en este punto que no venía recogido en el proyecto)” que podrán “contar con una red de saneamiento de la que hoy en día carecen”.

En cuanto al proyecto, éste ocuparía 312 hectáreas pero “desde su inicio ha querido dar protagonismo a la naturaleza y a la preservación del medio ambiente, protegiéndolo, integrándolo y potenciando su uso”, por lo que de esas hectáreas, siempre según la empresa, “más del cincuenta por ciento pasa de ser fincas privadas, es decir, 160 hectáreas, a convertirse en un gran parque forestar gestionado por el Ayuntamiento y que pretendemos potenciarlo junto a colectivos vinculados a la naturaleza para que garanticen su protección”.

En este punto Baños añade que “si a eso le unimos todas las zonas destinadas a instalaciones deportivas, a equipamientos y dotaciones, como centro de salud, centros culturales (un auditorio), hablamos de que un ochenta por ciento de la superficie será de uso público, para el disfrute de todos los ciudadanos”, y reitera que a día de hoy “son fincas privadas”.

Así, el veinte por ciento restante “se destinará a uso productivo evidentemente turístico”, con “tres hoteles, uno vinculado al campo de golf, otro a la naturaleza y un tercero para potenciar el Palomar de la Breña”, que sumarían 235 habitaciones.

También se pretende construir 636 apartamentos turísticos “vinculados a la explotación hotelera y la Ley de Turismo”, así como 450 viviendas, que “a su vez ayudarían a dotar de servicios a los núcleos diseminados como Rancho Grande”.

En cuanto a su ubicación, “la misma es importante porque evidentemente no estamos dentro del Parque Natural (con el que linda a 700 metros en su zona más cercana), pero tampoco estamos en el frente litoral (el mar está a tres kilómetros), con lo que estos usos productivos buscan ayudar a romper con la estacionalidad del turismo de sol y playa ya que pretende tener vida y generar empleo todo el año”. “Es”, insiste, “un proyecto que piensa en verde y no en azul”.

De hecho, “la generación de uso productivo te la dan las instalaciones deportivas y culturales, que ayudan a tener empleo y riqueza todo el año”. Y de las mismas “cualquier barbateño podrá hacer uso de las mismas.

Baños rechaza la etiqueta de macroproyecto urbanístico porque “en densidad de viviendas estamos muy por debajo de cualquier otro proyecto. Hablamos de 1,5 viviendas por hectárea, cuando cualquier otro tiene 15 ó 20 viviendas por hectáreas, e incluso muchas más, por lo que es necesario explicarlo y compararlo para que no se hable de macroproyecto”.

A pesar de esta aclaración, la inversión rondará los 150 millones de euros, “lo que generará una plusvalía de unos diez millones de euros para el Ayuntamiento, además de unos ingresos anuales de entre 1,7 y 2 millones de euros en concepto de impuestos como el IBI”, todo “un pulmón para las arcas municipales”.

Respecto a la oposición que genera, sobre todo entre colectivos ecologistas, Baños señala que “desde un primer momento hemos ido con un perfil bajo, no queríamos generar falsas expectativas y hemos esperado a su aprobación para explicarlo”. Además, “como han aparecido voces discordantes, que creo que son pocas porque el ciudadano de a pie ve el proyecto como una oportunidad para que Barbate se convierta en referente turístico, hemos decidido informar del mismo porque creemos que esas voces discordantes se deben al desconocimiento” del proyecto.

Aquí quiere hacer hincapié en que “contamos con la Autorización Medioambiental Unificada, otorgada por la Junta de Andalucía, que garantiza que el proyecto cumple todos los requisitos exigibles desde el punto de vista ambiental... es decir, esto no nace del capricho de alguien... hemos tenido que cumplir con un montón de requisitos y exigencias realizadas desde la Junta para poder obtener una resolución favorable”.

“El proyecto”, insiste Baños, “ha contado con el análisis y la lupa de todos los partidos políticos. Lo aprobó el PSOE en 2011, fue ratificado en 2012 cuando IU era responsable de la Consejería de Turismo, y ahora, en 2021, con el PP y Cs en la Junta, ha sido elegido para entrar en la Unidad Aceleradora de Proyectos Estratégicos”.

En su opinión, el Següesal “se puede convertir en el germen del desarrollo turístico de Barbate como punto de partida para un turismo de calidad”, y ayudará a que “los vecinos no tengan que irse a trabajar fuera”.

Sobre los plazos, “contamos con el ‘ok’ del Consejo de Gobierno de la Junta desde 2011, y ahora se ha vuelto a ratificar, por lo que el Ayuntamiento lo tiene que incorporar en su planeamiento general y lo ha aprobado inicialmente en pleno” con “la unanimidad de todos los partidos políticos”.

Por lo tanto, “si todo va bien, en el primer semestre de 2022 se aprobará definitivamente, lo que dará paso a su planeamiento de desarrollo y en dos o tres años comenzarán las obras, en diferentes fases, la primera con la instalaciones deportivas (campo de golf) y los usos hoteleros”.

Le insistimos al portavoz del proyecto en si daña al Parque Natural, y él no duda en afirmar que “no solo no se daña, sino que se refuerza... está fuera de La Breña... son fincas privadas, de las que 160 hectáreas pasarán a ser públicas. Además hay corredores faunísticos con zonas de transición entre el parque natural y otras zonas como las Marismas. Pero es que está claro que si lo dañara, no lo habrían aprobado”.

Mapa de su localización.

En cuanto al suministro de agua, reitera que “no solo se hace un uso racional del agua, sino que posibilita la regularización de otros núcleos. El cien por cien de las aguas de riego para el campo de golf no provienen de acuíferos, ni de pozos, serán reutilizadas tras invertir tres millones de euros en la EDAR de Vejer”.

El agua potable, por otro lado, “llegará a través de la conexión de Zona Gaditana que pasa, por así decirlo, por la puerta. Además contamos con la estación potabilizadora al lado y Zona Gaditana ha elaborado un informe en el que se garantiza el suministro”.

Baños asegura que el proyecto ha sido bien recibido por los ayuntamientos de Barbate y de Vejer, y “por los vecinos de la zona, excepto algunas voces discordantes”. Para ello, “tenemos pensado iniciar reuniones con colectivos y asociaciones” y están abiertos “a mantener encuentros con los ecologistas”.

Para concluir, el portavoz del proyecto anuncia la puesta en marcha de “ciclos formativos para dar prioridad a que los puestos de trabajo sean para vecinos de la zona”, ya que según indica “hablamos de 600 empleos, con picos más altos y más bajos, durante la fase de construcción, y de 500 empleos directos y 800 indirectos durante la fase de explotación”.

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