Los datos de la pandemia continúan creciendo en la Comunidad. Una incidencia acumulada que ha aumentado en un 300 % o un incremento de los ingresos de covid del 93% en el último mes son datos que no llaman, precisamente a la tranquilidad.
Los incrementos se producen en las tres provincias, pero es Castellón la que peor situación presenta, alcanzando el nivel de riesgo alto según el recién estrenado semáforo covid de Sanidad. El número de contagios entre mayores de 65 años y el alto porcentaje de ocupación de camas UCI, que se sitúa en un 16,9 por ciento, es lo que ha llevado al ministerio a situar a Castellón como una de las seis provincias españolas con riesgo más alto.
Mejores datos presentan Alicante y Valencia. La primera se sitúa en riesgo medio y la segunda en nivel bajo. En este caso, aunque la incidencia crece, la provincia se mantiene en zona de riesgo baja al no incrementarse los ingresos hospitalarios ni en planta ni en UCI.
Lo cierto es que la pandemia sigue aquí, y así lo certifican los datos. Desde todas las instancias se apresuran a hacer llamamientos a la precaución y, sobre todo, a la prevención. El propio ministerio de Sanidad lanzaba este martes una recomendación: establecer límites en el número de participantes en eventos sociales y públicos, de cara, especialmente a las celebraciones de las fiestas navideñas. Una recomendación que obedece, no solamente a los datos epidemiológicos, también a la incertidumbre creada por la nueva variante Ómicron, que dicen, podría disminuir la efectividad de la vacuna.
A pesar de todo y a la espera de una confirmación de este extremo, la vacunación continúa siendo la principal arma de las administraciones contra la pandemia. De hecho, la implantación del pasaporte Covid ha hecho que la administración de primeras dosis se dispare en los últimos días. Según datos de la Conselleria de Sanidad, en la última semana de noviembre se han puesto la primera dosis 7.524 valencianos, un 53,6 % más de los que lo hicieron una semana antes y más del 73 % que los que se vacunaron del 1 al 7 de noviembre. Y es que nadie quiere quedarse fuera de la vida social cuando en la noche del viernes al sábado comience a pedirse el pasaporte covid para poder acceder a locales de ocio y restauración.
