Agentes de la Policía Nacional han detenido a cinco personas acusadas de extorsionar a usuarios de páginas web de citas, ante los que supuestamente se hacían pasar por miembros de una organización criminal y exigían el pago de hasta 960 euros por "hacer perder el tiempo" a una de sus "chicas de compañía". Los investigadores creen que los detenidos pudieron haber obtener un beneficio de unos 150.000 euros durante el último año.
En la operación, los agentes han detenido a una persona en Murcia y otras cuatro en Valencia que presuntamente formaban un entramado criminal dedicado a cometer extorsiones a través de internet a personas que, en algún momento, habían hecho uso de páginas de citas o anuncios de contactos en la web, según ha informado la Policía en un comunicado.
La investigación ha sido desarrollada por agentes de las Brigadas de Policía Judicial de la Comisaría de Dénia y de la Jefatura Superior de Valencia a partir de las denuncias de un total de cuatro perjudicados.
El modo de obrar de los arrestados era casi siempre el mismo: los presuntos autores se comunicaban con sus víctimas a través de mensajes de texto por aplicaciones de mensajería instantánea en las que hacían entender que estaban "muy enojados" por haber hecho "perder mucho" tiempo a una de sus "chicas de compañía" y que, por ello, debían ser compensados económicamente bajo amenaza de daño físico o de la publicación de esos mensajes o de la comunicación a sus familiares.
Los investigadores piensan que estos primeros mensajes pudieran enviarse de manera automática y con el mismo texto a un "gran elevado" número de personas "al azar", con el único objetivo de que alguno de ellos fuese contestado y establecer así un primer contacto.
Establecido ese primer contacto, los detenidos desempeñaban una labor de ingeniería social, realizando búsquedas en fuentes abiertas en relación a sus víctimas, para tratar de conocer cuantos más datos fuera posible de su vida privada para poder amenazarlos y conseguir un mayor desembolso económico de ellos.
En sus fotos de perfil utilizaban imágenes de personas "con aspecto amenazante" y emulaban el acento de ciudadanos de países del este cuando realizaban llamadas telefónicas.
En las siguientes conversaciones, hacían constatar a sus víctimas que conocían suficientes datos sobre ellos como para dar a conocer a sus allegados lo que habían hecho o ir a donde se encontrasen para causarles daño físico, todo ello con el propósito de "atormentarlos" lo suficiente como para que ingresaran el dinero solicitado.
De esta manera, consiguieron que las víctimas les transfirieran entre 1.000 y 6.000 euros, entregas que estos hicieron a través de trasferencias bancarias, tarjetas monedero o incluso por proveedores de servicio de pago instantáneo.
Del estudio de las cuentas bancarias utilizadas por los detenidos se ha podido inferir que los arrestados hubieran podido obtener un beneficio de unos 150.000 euros durante el último año.
DIFERENTES FUNCIONES
Dentro del grupo criminal no todos desarrollaban la misma labor: dos de los detenidos eran considerados los cabecillas y los supuestos encargados de conseguir los datos personales y amenazar a los perjudicados, los otros tres arrestados eran utilizados como "mulas" para abrir y gestionar las cuentas bancarias donde era ingresado el dinero de las víctimas, labor por la que recibían un diez por ciento de lo extorsionado.
Los arrestados, tres hombres y dos mujeres de nacionalidades española y brasileña fueron puestos a disposición de la autoridad judicial.