Hay historias vividas y otras inventadas. Relatos ágiles y que nos llegan hasta el tuétano de nuestros huesos y aquellos que nos dejan indiferentes como si no hubiésemos oído ni leído nada. Debería pensarse con rigor, que fuéramos capaces de estrujar cada minuto , sentir cada segundo , que en nuestras historias fuéramos protagonistas y no figurantes que parecen estatuas y se muestras mudos y silenciosos.
Resulta sano y saludable ser amigos del buen humor, no enfadarnos sin motivos y razones, y cuando éstas existen transformar una posible tragedia en comedia, y practicar la gimnasia del reír, reforzar quienes somos y qué queremos.
Hemos de tener siempre el grifo de las ideas abierto, para construir historias y vencer las dificultades de imaginar cosas nuevas., ser creador y artesano secreto de mitos y personajes enigmáticos , que nos envuelvan y nos resulten más atractivos.
Con nuestras palabras viajaremos al país que nos dé la gana, veremos los más bellos paisajes sin movernos , y modularemos la acción e intriga de los actores a nuestro gusto, manejaremos el tiempo y el espacio a nuestro antojo.
Mantendremos la expectación de una historia que estaba situada al limite y llena de riesgos. Algo que estaba lleno de rarezas , en la que sobraban las retóricas y escaseaban los hechos. Una historia en la que cada voz nos llevaba a mundos distintos, que nos contaba un pasado increíble, un presente fantástico y un futuro inexistente.
Comenzamos la argumentación, y van ocurriendo cosas que no hubiéramos soñado jamás, con la velocidad que nosotros queramos para ser invencibles o vulnerables. Nos perderemos en un museo o nos encontraremos la mayor de las sorpresas en la calle por la que paseamos todos los días.
Nos divertiremos con las cosas más simples y nos aburriremos con los argumentos más complejos y enrevesados. Comenzaremos a escribir historias sin sentido, y poco a poco iremos encontrándole una magia que nos irá seduciendo y atrayendo.
Son los momentos, en los que deshojamos la margarita sobre como abordar el desenlace, si será un final triste, misterioso o feliz, que terminará con un beso sin fin como las historias de amor , que nos hará sentir los dueños del mundo y piezas imprescindibles de este gran rompecabezas.
Lo que necesitamos para salvar las diferencias es un acuerdo que se traduzca en resultados concretos, que supere tormentosas relaciones y nos refuerce el autoconocimiento , el esfuerzo constante en conseguir los objetivos planteados
Avanzamos siempre hacia adelante como si quisiéramos fugarnos de nuestras cárceles interiores, y dejar atrás todo lo que ha supuesto una pesadilla alojada en nuestras cabezas y rebelarnos, pero no obstinarnos porque habrá muchas ocasiones en poco tiempo.
Debemos tener esperanza y desprendernos de esa sensación negativa para volver a abrirnos nuevas expectativas. es un ejercicio inútil dejar de cargar con todo y no compartir nuestras alegrías y tristezas: en el futuro, nuestras historias, lo serán de datos y constituirán una amenaza para la seguridad no solo de los individuos sino de las naciones.
Cuando queremos contar algo, tal vez lo más importante sea escoger los momentos de silencio entre frase y frase, que son los que nos dan ritmo y compás y hacen que nuestras palabras suenen más profundas.
