Los dos operarios fallecidos en la explosión registrada este mediodía en un edificio del número 35 la calle General Pardiñas de Madrid trabajaban en labores de fontanería en la tercera planta pero fue cuando bajaron al patio para cerrar la llave de gas, cuando les sobrevino la deflagración y fueron sepultados por los escombros que provocó.
Así lo ha explicado esta tarde el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en una breve intervención en los medios, donde ha indicado que fueron los compañeros de trabajo de las víctimas las que han puesto sobre la pista a los bomberos y a los perros policías para buscar en un sótano cercana a dicho patio.
Los fallecidos tienen 21 y 27 años y son de nacionalidad española y hondureña. Estaban trabajando en unas obras de reforma cuando han olido mucho a gas que se estaba escapando por una fuga. Para mitigar el problema, bajaron al patio para cortar la llave de paso cuando ha explosionado el edificio, ha repetido el alcalde. Ahora, están revisando la documentación de la obra, que sí se había comunicado al Ayuntamiento.
Martínez-Almeida ha señalado también que los dos operarios murieron en el acto, ya que "debido al derrumbe tan brutal no han tenido sufrimiento". Ahora, los bomberos están retirando los cadáveres y han a los familiares, que se encuentran en el lugar de los hechos y han estado acompañados una psicóloga del Samur-Protección Civil cuando les han dado la fatal noticia, ha indicado a Europa Press una portavoz de Emergencias Madrid.
Asimismo, los Bomberos del Ayuntamiento seguirán trabajando para apuntalar la zona, retirar escombros y revisar este y los otros inmuebles colindantes --los del número 33 y 36--, que se han desalojado por precaución. "En el edificio siniestrado están trabajando intensamente para eliminar cualquier riesgo", ha explicado el primer edil.
