La impresión 3D llegó hace treinta años a nuestras vidas y, definitivamente, vino para quedarse. Algunos se refieren a ella como "la tecnología que parece no tener límites" y es que cada vez nos sorprende menos el amplio catálogo de productos que pueden llegar a nacer de una de estas impresoras.
La tecnología que parece no tener límitesEn esta línea, CaixaForum ha presentado en Sevilla la exposición "Print3D. Reimprimir la realidad", una muestra compuesta por unas 200 piezas impresas entre las que destacan algunas más singulares que otras como el vestido kinematics, de Nervous Systems, una pieza icónica creada a partir de las medidas reales de una persona y que se imprime en una sola pieza.
Una exposición organizada por la Fundación La Caixa que tiene un objetivo claro: promover la difusión del conocimiento científico, la investigación y, en este caso, las posibilidades que nos ofrece la tecnología con nuevos retos productivos. Y es que, gracias a la impresión 3D, muchas personas del mundo tienen la posibilidad de diseñar y compartir sus diseños de todo tipo de productos que después podrán imprimir localmente.
Un recorrido en el que se pueden ver diversas aplicaciones prácticas en las que ya se está utilizando la impresión 3D, algunas de ellas, en los campos de la medicina, la moda, la construcción o el arte. Esta tecnología es cada día más accesible y capaz de producir a escalas y tamaños hasta hace unos años impensables. Y, aunque parezca ciencia ficción, ya es una realidad la bioimpresión de tejidos vivos y se habla de la futurible construcción de la primera vivienda lunar.
Imprimiendo salud
La llegada de la impresión 3D ha supuesto una revolución en el campo de la salud. Se ha convertido en un elemento crucial para diagnósticos, tratamientos o intervenciones quirúrgicas, entre otras aplicaciones. Desde hace tiempo, el uso de modelos digitales para la realización de simulaciones antes de operar mejora significativamente los resultados.
Con la impresión 3D se consiguen tratamientos personalizados que ayudan a mejorar la vida de las personas a la vez que suponen un ahorro de tiempo y dinero. La creación de prótesis a bajo coste, tanto para personas como para animales, ha cambiado su día a día, del mismo modo que lo ha hecho la impresión de órganos o de huesos fracturados, que ya se utiliza en hospitales de referencia.
Por otro lado, actualmente se trabaja para que la impresión 3D de medicamentos sea una realidad, con la ventaja de que sería posible adaptar las dosis adecuadas a cada persona según su patología o edad.
Además, la emergencia sanitaria por la covid-19 demostró el potencial de esta tecnología para imprimir materiales sanitarios en los momentos más críticos de la pandemia. Viseras o piezas de respiradores fueron algunos de los diseños realizados por los Coronavirus Makers, una red formada por miles de voluntarios que no dudaron en colaborar para encontrar soluciones rápidas y fácilmente imprimibles