Alrededor de un centenar de personas se han concentrado este domingo a las puertas del Ayuntamiento de Morón de la Frontera (Sevilla) para recordar que hace ocho meses de la desaparición del menor de 13 años, vecino del pueblo y que sufre una discapacidad física, tras salir con su madre de viaje. La progenitora fue hallada en la provincia de Segovia "desorientada" y dando explicaciones "inconexas" sobre el paradero de su hijo, llegando a manifestar que habría matado supuestamente al chico y se habría deshecho del cadáver posteriormente.
Ocho meses después de aquel viaje la familia paterna del menor sigue teniendo "muchas dudas" en torno a lo sucedido y la investigación abierta, que está bajo secreto de sumario. "Lo que más les duele es no saber si está vivo o muerto ocho meses después", afirma a Europa Press Luis Núñez, portavoz de la familia paterna. "Esto es un completo sinvivir", apostilla Isabel Barroso, tía del niño.
La familia asegura que va a seguir con las concentraciones "hasta que aparezca o nos digan algo" sobre las pesquisas que se están llevando a cabo por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. El asunto gira en torno a un matrimonio de Morón con dos hijos a su cargo, una joven de 18 años y un adolescente de 13, que padece una discapacidad física. El matrimonio se separó y la madre, al comienzo de la separación, se quedó con la custodia de los dos hijos.
En ese contexto, agentes de la Guardia Civil habrían intervenido a la mujer en una carretera de la provincia de Segovia, donde habría detenido su coche, "desorientada" y manifestando declaraciones "inconexas" a los funcionarios. La mujer habría relatado a los agentes que llevaba consigo a su hijo de 13 años de edad y que le habría matado, deshaciéndose después del cuerpo según su testimonio.
A cuenta del estado de la mujer, que presentaría alteraciones mentales, la misma fue trasladada al centro psiquiátrico del hospital de Segovia para recibir asistencia especializada, contactando la Guardia Civil con el padre del menor y expareja de la mujer, para interesarse por el paradero del chico.
Desde Morón, el padre y la hermana del muchacho habrían manifestado a los agentes que pensaban que el chico estaba con su madre, siendo informados del testimonio de esta mujer. Ante el relato de la mujer respecto a que habría matado a su hijo y se habría desprendido del cadáver, el padre del mismo acudió a la Comisaría de la Policía Nacional de Morón para formular una denuncia por la desaparición del chico.
Fruto de ello, los agentes de la Policía Nacional de Morón visitaron la vivienda de la mujer, averiguando que la misma se habría deshecho de enseres y se habría marchado llevando al chico con ella. A partir de ahí, y según las pesquisas de los agentes, habrían pasado aquella noche en un hotel de Talavera de la Reina (Toledo), donde ambos fueron vistos y desde donde habrían proseguido su viaje, siendo después la mujer localizada sola por la Guardia Civil en la situación ya descrita.
En cualquier caso, la Policía Nacional ha abierto una investigación para localizar al menor y esclarecer la veracidad o no del testimonio inicial de su madre, que después habría asegurado que no mató como tal al chico, sino que el mismo "murió" y después se deshizo del cadáver; siendo localizado en un contenedor de Morón "relativamente cerca del domicilio de la madre" el teléfono móvil de esta persona con la pantalla fracturada.