Málaga y Villarrreal B se miden este sábado en La Rosaleda (18:30 horas) en un duelo liguero en el que el nuevo entrenador malaguista, Pepe Mel, medirá la capacidad de reacción de su equipo tras el adiós de Pablo Guede. Será una prueba de fuego ante un rival de peso como el mini submarino amarillo, que ha tenido un gran inicio de temporada con diez puntos y situado en séptima posición.
En una semana llena de vaivenes y contraste emocional, arranca la era Pepe Mel, que tiene ante sí un exigente examen ante un conjunto que, a su buen trato del balón y su concepto de toque, une la variedad de registros que le permitió su última victoria ante el Lugo (3-1) con un juego basado en el contrataque.
El reto no será únicamente el joven equipo amarillo, con el toque morboso de la vuelta a casa de Javier Ontiveros -quien, de momento, solo ha sido titular en un partido y no ha jugado en ninguno más de 45 minutos-. Hay más barreras que superar, más allá del propio rival, y es la de la presión (por los malos resultados) y la de las bajas defensivas (lesiones de Juande, Ramalho, Burgos, Andrés Caro y la sanción de Bustinza).
Pepe Mel podría ser el entrenador que consiguiera la primera victoria después de muchos meses de zozobra, hastío, mal juego y nerviosismo, aunque enfrente tendrá un rival que juega un buen fútbol, con jóvenes que no se arrugan y que, hasta el momento, ha obtenido tres triunfos, un empates y dos derrotas.
En el poco tiempo que ha tenido Mel para hacerse una idea de la plantilla, apenas cuatro entrenamientos, intentará hacer resurgir a unos jugadores muy nerviosos y presionados y más como locales, donde pesa mucho la losa de 14 encuentros consecutivos sin ganar.
La zaga está bajo mínimos, aunque Mel ha dejado muy claro que no le va a temblar el pulso si hay que poner a un canterano de titular: "A todos nos han tenido que dar la oportunidad por primera vez. Como en todos los equipos que he estado, si faltan centrales lo que no puedo hacer es ponerme yo. Si hay chavales de 17 años que tienen que jugar, jugarán". Tampoco estará el extremo Haitam, que es´ta con la selección sub-23 de Marruecos.
El joven Moussa, que debutó en Copa del Rey con José Alberto López, podría asumir responsabilidades. Alberto Escassi y Genaro Rodríguez ya lo han hecho y sería el valor seguro, incluso N'Diaye.
Rival con calidad
El Villarreal B afronta esta jornada con la alegría de la victoria de la semana pasada ante el Lugo en su ciudad deportiva y en la zona alta de la tabla clasificatoria, al ocupar la séptima plaza de la tabla, lo que les hace estar a seis puntos de la zona de descenso. Suelen jugar en un 4-4-2 con Fer Niño y Diego Collado como punta de ataque, destacando el gran inicio de campaña del extremo Sergio Lozano (3 goles y 3 asistencias).
El objetivo de los castellonenses es salvar la categoría, por lo que por ahora están en el ritmo de puntos y resultados necesario, aunque su plan más inmediato pasa por mejorar en sus partidos lejos de casa, ya que tras ganar en Santander en la primera jornada, el resto de partidos se cuenta con derrotas y goleadas ante Levante y Granada.
El equipo que entrena Miguel Álvarez mantiene las bajas de Iker Goujon, Álex Forés y Pablo Íñiguez, a los que se suman los convocados por sus selecciones, los porteros Filip Jorgensen e Iker Álvarez.