El Banco de España ha rebajado 1,5 puntos porcentuales la previsión de crecimiento de la economía para 2023, hasta el 1,4 %, mientras que ha elevado la tasa de inflación del próximo año al 5,6 %, 3,1 puntos más de la prevista en el mes de junio, debido a la evolución de los precios de la energía.
El menor crecimiento del PIB previsto para 2023 se basa en cuestiones como la inflación aún elevada, las condiciones de financiación menos favorables, el aumento de la incertidumbre y el debilitamiento de la demanda global, de acuerdo con las nuevas proyecciones macroeconómicas publicadas este miércoles por la entidad.
La recuperación del nivel de PIB previo a la pandemia se retrasaría probablemente hasta el primer trimestre de 2024, unos dos trimestres más tarde de lo proyectado por la entidad en junio.
Para 2023 el Banco de España prevé que la demanda nacional (consumo e inversión) aporte 0,9 puntos porcentuales, después de recortar en 3,6 puntos el crecimiento del consumo de los hogares, al 1,3 %, y que la demanda externa (exportaciones e importaciones) contribuya con 0,5 puntos al crecimiento del PIB.
Para 2022 el informe contempla un avance del PIB del 4,5 % (cuatro décimas más que en las previsiones de junio), como consecuencia de un avance más intenso del PIB en el segundo trimestre por "la fortaleza de las exportaciones de servicios turísticos", que compensaron holgadamente el efecto adverso de la guerra en Ucrania.
Un conflicto que, no obstante, ha ensombrecido las perspectivas económicas para los próximos trimestres por "el aumento de la incertidumbre geopolítica y el recrudecimiento reciente de la crisis energética en Europa", y de hecho se prevé un menor crecimiento de la actividad para el segundo semestre.
Para 2024, el Banco de España espera que el PIB crezca el 2,9 % (cuatro décimas más respecto a la previsión de junio), principalmente porque el mayor dinamismo económico a partir de la primavera de 2023 se intensificará progresivamente.
LA INFLACIÓN EN 2023 ALCANZARÁ EL 5,6 %
Las tasas de inflación se prevén "significativamente más elevadas y persistentes que las previstas en junio", ya que alcanzarán el 8,7 % de media en 2022, el 5,6 % en 2023 y el 1,9 % en 2024, mientras que la subyacente alcanzará el 3,9 % este año y se moderará hasta el 3,5 % en 2023 y el 2,1 % en 2024.
Detrás de estas cifras se sitúan "las sorpresas que se han observado recientemente en el avance de los precios" y "las nuevas sendas previstas a futuro para los precios de la energía", así como "un euro más depreciado que en el ejercicio de junio".
La moderación de la inflación desde sus niveles actuales se producirá por "la reducción esperada del ritmo de crecimiento de los componentes de energía y alimentos, en consonancia con las sendas de los precios del petróleo, del gas y de las materias primas alimenticias en los mercados de futuros".
No obstante, no se espera que la inflación subyacente descienda hasta la próxima primavera, ya que "en los próximos meses, continuará completándose la traslación de los recientes incrementos de costes de las empresas a sus precios de venta".
El Banco de España reconoce que las proyecciones están sometidas a "una extraordinaria incertidumbre", por lo que existe un riesgo "a la baja para la actividad y al alza para la inflación".
LA TASA DE PARO BAJA LEVEMENTE, HASTA EL 12,8 %
Las previsiones de empleo de este mes de octubre son muy similares a las del mes de junio, con una estimación de la tasa de paro del 12,8 % este año (dos décimas menos), del 12,9 % en 2023 (una décima más) y del 12,4 % en 2024 (3 décimas menos).
Respecto al déficit público, bajará al 4,3 % del PIB en 2022, al 4 % del PIB en 2023 y volverá 4,3 % del PIB en 2024, mientras que la deuda pública cerrará 2022 en 113,3 % del PIB, 2023 en el 110,7 % y 2024 en el 109,9 %.