"La pasión", tanto la positiva como la que genera la pérdida, es la mejor emoción para componer música en opinión de Vanesa Martín. A ella se entrega sin culpa la malagueña en "Placeres y pecados", su nuevo disco, para cantar a la esperanza y a los amores a los que uno se acerca ya con coraza de espinas.
"A esta edad llegas a las relaciones con ciertas vivencias y hábitos y te das cuenta de lo difícil que es encontrar a alguien que realmente cuadre contigo, ya sea por el ritmo de vida, por sentir o no admiración o por coincidir en el tiempo", explica a EFE ante uno de sus nuevos temas, "Dos erizos", sobre el precario equilibrio entre la protección y la vulnerabilidad ante el enamoramiento.
De dicotomías va su octavo álbum de estudio, que se publica este viernes y propone reflexionar sobre qué es el placer y qué el pecado: "Para mí esto último es saltarte a ti misma. En ese sentido, yo he pecado y luego he necesitado volver a mis límites, en lo profesional y en lo sentimental, porque soy una persona que cuando se enamora, se entrega al cien por cien, y no todo el mundo es así".
Martín (Málaga, 1980) enumera algunos de sus placeres: comer, viajar, el sexo, los amigos, la familia, sus perros. "Y comprarme casas, decorarlas y vivirlas, que es mi profesión frustrada", dice entre risas.
Los pecados no salen tan a la luz tan fácilmente: "El chocolate negro, pero es que no tengo muchos pecados, la verdad", se disculpa antes de argumentar que a menudo lo que los separa vivir la vida de una u otra manera es la culpa.
"Y yo ya hice terapia con eso cuando escribí una canción que se llamaba precisamente así, 'La culpa'. Me siento responsable, pero jamás he hecho daño a nadie voluntariamente y creo que nunca lo haré. Por eso no me siento culpable, siento que quiero vivir y punto", apostilla.
Todas estas emociones quedan condensadas en su nuevo álbum, que se abre con la esperanzadora "Quién lo diría", un sencillo que tiene todos los visos de incorporarse a su repertorio estable en los próximos conciertos.
Tras él ofrece un recorrido dinámico por 12 canciones entre las que caben temas más desnudos como "Punto y coma" y otros más ampulosos como "Si pudiera" con el dúo Jesse & Joy, que una balada roquera ("Más roquera de lo normal", apunta) o un "Marzo" que nace de mezclar una chacarera con unos tanguillos de Cádiz.
"Me ha costado horrores el repertorio de este disco, porque me junté con más temas que nunca, unos 40", confiesa tras una época especialmente inspirada y en la que ha dejado de definirse. "¿Eres más o menos pop? Desde que el año pasado hice una rumba, decidí que ahora quería divertirme", apunta.
Para elegir la docena final, se dejó llevar por los temas que le venían a la cabeza cuando se subía al coche y por aquellos que encontraron productores que les venían "como la horma de su zapato", ya que esta vez ha probado a trabajar entre Madrid y Miami con varios profesionales al mismo tiempo, entre ellos Julio Reyes, Tato Latorre o Vitto & Renzo.
"Al principio pensé que igual esto quedaba un poco Frankenstein, pero luego me di cuenta de que el hilo que lo unía todo era mi manera de hacer música y de cantarla y que yo estuve todo el tiempo con ellos", señala ante una fórmula que ha funcionado porque "cada productor ha trabajado para que sus canciones fuesen las mejores".
La escucha concluye con "Álgebra", una sencilla balada al piano que se grabó a la primera. "Julio Reyes estaba de espaldas tocando y yo empecé a cantarla. Cuando terminé y se dio la vuelta, estaba con los ojos llorosos. Me dijo que no hiciera más tomas, y es que es un tiro", suscribe esta intérprete y compositora.
En su agenda de compromisos inminentes figura una fecha muy especial, ya que este sábado será la encargada del encendido de las luces navideñas en su Málaga natal. "Estoy superemocionada porque soy muy navideña y me gusta sentirme un poco profeta en mi tierra", reconoce.
Y tras un año muy intenso en el que ha tocado en España, EE.UU. y Latinoamérica, el 16 de diciembre recalará en el Wizink Center de Madrid para dar forma e inicio a su próxima gira, pues ya allí tocará todos los temas de "Placeres y pecados", "con dos ovarios".
Cotillas
"A esta edad es difícil encontrar a alguien que cuadre contigo"
"La pasión", tanto la positiva como la que genera la pérdida, es la mejor emoción para componer música en opinión de Vanesa Martín
Martín enumera algunos de sus placeres: comer, viajar, el sexo, los amigos, la familia, sus perros
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