La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha visitado las obras de la restauración hidromorfológica del río Adra junto a los alcaldes de las localidades almerienses de Berja y Adra, José Carlos Lupión y Manuel Cortés, respectivamente.
Crespo ha apuntado que las labores se encuentran ya al 80 por ciento de ejecución y que, si no hay imprevistos, concluirán en la primavera de 2023.
En su visita, ha resaltado la importancia de velar por la seguridad en el entorno de los ríos, "sobre todo en este tiempo de cambio climático, donde son más habituales las sequías y los períodos de lluvias torrenciales".
La consejera ha remarcado que la restauración del río Adra tiene consecuencias positivas a tres niveles, ya que por un lado "ofrece seguridad a los vecinos y agricultores del entorno" y, por otra parte, permite un mayor disfrute de la zona al convertirla en "una atracción turística y paisajística muy relevante para el futuro".
Además, las obras también conllevan mejoras ambientales al suponer la sustitución de especies invasoras por otras autóctonas que contribuyen al mantenimiento de "una biodiversidad natural que se regenere a lo largo del tiempo".
En su intervención, la responsable de Agua ha puesto en valor que, una vez concluidas las obras, "aportarán seguridad y posibilidades ambientales y turísticas a la zona" y ha explicado "Almería posee un gran patrimonio natural muy poco conocido y en el que, lamentablemente, se había invertido poco anteriormente".
La consejera ha comparado los 15,3 millones de euros que movilizaban anteriores ejecutivos con los 35,8 millones de euros que ha destinado la Junta a la restauración de ríos y ramblas de Andalucía en los tres últimos años.
Al hilo de esta cuestión, la consejera se ha referido a las medidas puestas en marcha por el Gobierno andaluz resaltando que "ya estamos actuando en los cinco grandes ríos de Almería: Adra, Aguas, Antas, Andarax y Almanzora".
Sobre el futuro, ha afirmado que la Junta de Andalucía "apuesta en el nuevo presupuesto por esta línea de actuación fundamental en la que es necesario seguir invirtiendo".
Por otro lado, Carmen Crespo ha hecho un llamamiento a los ciudadanos solicitando que no se dejen residuos en el entorno natural y ha agradecido la cooperación de los ayuntamientos en actuaciones como las del río Adra.
"Debemos seguir colaborando en la mejora de ramblas, ríos y caminos rurales con el fin de tener nuestro patrimonio rural y natural en las mejores condiciones", ha comentado la consejera, para quien resulta esencial "disfrutar la restauración con responsabilidad por parte de todos los que vivimos en el entorno, ya que el beneficio es para la ciudadanía".
Para Manuel Cortés la actuación que está desarrollando la Junta en el cauce del Río Adra supone "dar seguridad y protección al municipio de Adra, especialmente ante episodios de avenidas" por lo que se trata de una intervención de "un alcance muy importante" cuyos resultados "ya son muy visibles a simple vista" y suponen "un cambio sustancial al estado del cauce, que se encontraba totalmente cegado por la maleza".
Por su parte, el alcalde de Berja ha comentado que "poder visitar el inicio de una nueva fase de estas obras de restauración naturalización del río Adra es una magnífica noticia porque además de ser una obra que embellece un espacio natural y único en la provincia de Almería, también es gratificante porque hace unos meses era imposible transitar y ver el río ya que estaba cubierto de matorral y sobre todo de cañaveral".
La Consejería de Agua destina 2,3 millones de euros a la restauración hidromorfológica del río Adra, donde ya se ha actuado en cerca de siete kilómetros de cauce.
Respecto a las labores, Carmen Crespo ha afirmado que se están ejecutando con seguridad para ajustarse a las necesidades ambientales de la zona.
Ha apuntado que se realizan trabajos mecánicos pero también manuales para "tratar el río de la mejor manera desde el punto de vista medioambiental".
De hecho, el proyecto contempla trabajos de bioingeniería que contribuyen a la mejora de la fauna y la flora y, para no intervenir en los procesos reproductivos de los animales, y en concreto, en la nidificación, las obras se limitan a los meses comprendidos entre octubre y marzo.
Este respeto a la reproducción de la avifauna del río conlleva un período mayor para la conclusión de las labores.
Además, las obras inciden también de forma positiva, entre otras cuestiones, en el transporte de sedimentos limpios, la conservación de la biodiversidad del sistema fluvial y la restauración de la cubierta vegetal de su ribera, que potencia su capacidad para ejercer como sumidero de CO2.