El CEIP San Francisco de Arcos ha querido cerrar el curso en vísperas de las vacaciones de Navidad con una curiosa carrera que el propio centro viene llamando ‘San Francestre’, en honor al nombre del propio centro educativo.
Dado que se trata de una San Silvestre alternativa, también el alumnado ha aportado a cambio de su dorsal una serie de alimentos de primera necesidad que el colegio repartirá entre las familias más necesitadas, de lo cual se encargará directamente la Asociación de Madres y Padres. Esta iniciativa se puso en marcha por primera vez en 2019, pero luego vinieron los años de la pandemia y, por motivos de seguridad sanitaria, sufrió un paréntesis. Por lo tanto, la de este año es la segunda edición.
En la carrera han tomado parte los 305 alumnos y alumnas del centro, además de sus padres y madres, con un divertido recorrido que han realizado disfrazados con motivos navideños, por lo general con el clásico gorro de Papá Noël. Como anécdota, a la directora del colegio, Sara García, le tocó el dorsal 112, que ella misma llama “el de emergencia”.
La simpática carrera no pudo más que llamar la atención de las barriadas de La Soledad y de Las Canteras y de los vecinos de las calles por donde discurrió, en ocasiones con un paso lento, pero eso era lo de menos. Lo importante era celebrar la Navidad y que el CEIP San Francisco es un centro vivo.