Ban, en un comunicado distribuido ayer por su portavoz, Michele Montas, señala la “responsabilidad” de la ONU en liderar “un multilateralismo incluyente que quede reflejado en cualquier discusión sobre las reformas del sistema monetario y financiero internacional”.
Asimismo hace referencia a la reunión del máximo responsable de la ONU el jueves con cinco prestigiosos economistas internacionales para evaluar posibles escenarios y actuaciones con el objetivo de que las víctimas de esa crisis no sean los países en desarrollo que reciben asistencia internacional.
“Las conversaciones se centraron en la necesidad de ampliar la participación y, en particular, en la necesidad de incluir las voces de los países más pequeños y pobres en los debates sobre la arquitectura institucional internacional y las reformas que hay que considerar”, indica la nota.
La referencia a ampliar la participación tiene que ver con la próxima reunión del G-20, a la que acuden la UE, el G-7 de países más ricos –EEUU, Alemania, Japón, Francia, Reino Unido, Canadá e Italia–, Rusia y otros países como Argentina, Australia, Brasil, Corea del Sur, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica y Turquía. EEUU, tras reunirse con los titulares de la presidencia de la UE y del Ejecutivo comunitario, ha convocado al G-20 los días 14 y 15 de noviembre en Washington para abordar la crisis, y Ban ha confirmado que también acudirá a la cita.
Ban ya propuso el pasado 18 de octubre que la cumbre se celebrase en la sede de la ONU en Nueva York, una petición no escuchada por la Casa Blanca lo que no ha sentado muy bien en algunos círculos diplomáticos, que consideran poco democrático que la receta para resolver un problema global sea adoptada por un grupo reducido de países.
En esa misma línea se ha situado el presidente de la Asamblea General, el nicaragüense Miguel D’Escoto, quien cree que “las soluciones y el diálogo no deben darse solamente en el G-8, o el G-20, o, pongamos, el G-40, sino en el G-192, que es la Asamblea General de la ONU”, indicó su portavoz, Enrique Yeves.
D’Escoto convocó una reunión de alto nivel sobre la crisis para el próximo 30 de octubre y nombró un grupo de expertos para preparar esa cita que está encabezado por el economista Joseph Stiglitz.
La otra reunión que para Ban es un entorno apropiado de debates multilaterales es la Conferencia del Desarrollo que tendrá lugar en Doha (Qatar) del 29 de noviembre al 2 de diciembre, y que pretende que asistan jefes de Estado o de Gobierno.
Ban, en su declaración escrita, agrega que la “era de la autorregulación se ha terminado. Las instituciones financieras internacionales no pueden funcionar como hasta ahora. En el diseño de las reformas hace falta un acercamiento global”.