Así lo aseguró Zapatero durante su intervención en la cena de trabajo ofrecida por el presidente estadounidense, Barack Obama, a los líderes mundiales que se encuentran en Washington para participar en la cumbre de seguridad nuclear, cita que permitió al líder del Ejecutivo volver a estrechar la mano al actual inquilino de la Casa Blanca.
El presidente subrayó que tanto Estados Unidos como España conocen "muy bien" lo que son los ataques terroristas masivos, y dijo que ahora el principal motivo de preocupación de la comunidad internacional debe ser que esos grupos terroristas no tengan acceso a armas nucleares en medio de la locura y el fanatismo en que se mueven.
Zapatero habló en quinto lugar, por detrás del primer ministro de Pakistán, Yusuf Raza Gilani, y la canciller alemana, Angela Merkel. Fue el anfitrión quien hizo uso del primer turno de palabra, para dar paso después a breves intervenciones del presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro de Japón, Yukio Hatoyama.
De esta forma, el presidente abogó ante los líderes presentes por nuevos esfuerzos para lograr en un plazo de cuatro años que los grupos terroristas no puedan tener acceso a armamento nuclear, para lo cual subrayó la importancia de prevenir y reforzar la protección de las instalaciones militares y mejorar la cooperación en todos los ámbitos.
El jefe del Ejecutivo aprovechó su discurso, que se extendió por espacio de cinco unos cinco minutos, para mostrar su firme respaldo al "ambicioso" plan de Obama para lograr una reducción del riesgo nuclear, y de paso felicitó a Estados Unidos y Rusia por la reciente firma del nuevo acuerdo START para reducir sus arsenales.
Zapatero abogó también por imponer nuevas sanciones a los organismos y países que ayuden a grupos terroristas ofreciéndoles financiación o dándoles refugio, y trasladó a los jefes de Estado y de Gobierno la importancia de luchar contra la amenaza que representa el terrorismo, un paso fundamental para lograr un mundo más seguro.