Para el primer equipo está siendo un quiero y no puedo, una espiral de catástrofes de las que no logran recuperarse sus jugadores. Por contra, en la cantera sí hubo el famoso punto de inflexión que cambia dinámicas. Actualmente, el Atlético Malagueño está en puestos de Play Offs del grupo noveno de la Tercera RFEF después de encadenar diez partidos consecutivos invicto.
Con la victoria del domingo en casa ante el Arenas de Armilla del ex del Granada y sensación de LaLiga hace una década, Dani Benítez, se consiguió asaltar los puestos de liguilla de ascenso tras varias semanas rondando al acecho. El conjunto filial del Málaga CF ha encontrado el camino para competirle a cualquiera de esta dura competición, una Tercera RFEF donde van quintos a siete puntos del cuarto y a un salto grande de los tres proyectos potentes en cabeza: Real Jaén (45 puntos), Marbella y El Palo (42 puntos ambos).
Los chicos entrenador por Juanfran Funes tuvieron un bache inicial que supieron revertir una vez se volvieron de Jaén tocados por un 2-0 en contra. Era finales del mes de noviembre, última derrota hasta entonces en una racha ascendente que se forjó desde la máxima pelliceriana de mantener la portería a cero. Encarrilaron cuatro empates a cero consecutivos y luego se mejoró con victoria, empate, victoria, victoria, empate y victoria. 18 de 30 puntos que les han dado vida y confianza para pelear por un ascenso que se antoja complicadísimo.
Esta racha positiva se explica por el estado de forma del conjunto de un equipo jovencísimo que quizá no tiene el talento de la generación Loren-Roberto-Kevin, y que lamenta a lesionados que era capitales como Murillo (ya recuperado) o Moussa o incluso a Haitam. Sin estos, pero con muchos otros que incluso comparten entrenamientos con el primero equipo.
Hablamos del lateral izquierdo Bilal, capitán del Malagueño y en un estado de forma excepcional -ha marcado dos goles recordando a su pasado como delantero-; hablemos del atacante 'Chupete', pichichi con seis goles, o el centrocampista sevillano Paco Fernández, que de interior ha aportado otros cuatro tantos; hablemos del centrocampista de buen pie Álex Rico o del conocido central Andrés Caro, que ya ha disputado varios ratitos con el primer equipo. Juanmita, Arriaza, Rafa... hay chavales que vienen con ímpetu.
Muchos de ellos llaman a la puerta de Pellicer, que de momento no se ha atrevido a abrirla con gente nueva más allá de los asentados Cristian o Loren. La mayoría se muere de ganas de subir al primer equipo para ayudar y saben que de las situaciones pésimas, hay alguien que siempre suele beneficiarse. Viendo el nivel de deficiencias ofensivas del equipo en los laterales, ¿por qué no confiar, por ejemplo, en Bilal, que ya ha sido convocado para los dos choques que ha dirigido Pellicer?
De toda crisis surge una oportunidad y ahí está La Academia, en buena dinámica con el Atlético Malagueño y sin olvidarnos del Juvenil División de Honor de Luis Bueno, que se cargó al Barça en su estadio en octavos de Copa del Rey juvenil y que tendrá enfrente al Madrid en cuartos. ¿Y si mirar más a la cantera es una solución para refrescar lo que no son capaces los de la plantilla? Pellicer tendrá la experiencia para decidirlo.
