El hombre detenido el pasado martes por el secuestro de la concejal socialista en el Ayuntamiento de Maracena (Granada) Vanessa Romero ha pasado este viernes a disposición del juzgado de Guardia de Granada, donde ya ha tenido lugar el acto de toma de declaración, aunque aún no se ha resuelto sobre su situación personal, según han detallado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Su puesta a disposición judicial se ha producido en la mañana de este viernes sin que haya querido declarar ante la Guardia Civil sobre lo ocurrido durante las cerca de 72 horas que ha permanecido detenido en dependencias policiales, según ha precisado este viernes a los periodistas el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, quien ha señalado que la investigación sigue abierta.
Fernández ha explicado que por el momento se siguen practicando todas las pruebas y diligencias necesarias para llegar al esclarecimiento de lo ocurrido y para que haya un atestado que tenga conformadas todas las pruebas de la manera "más objetiva y científica posible". A partir de este momento, será el juez quien determine la situación del detenido --si queda en prisión provisional o no y en qué condiciones-- y los próximos pasos a seguir en las investigaciones a tenor de lo que recoja el atestado y de los testimonios que se vayan recabando.
El secuestro se produjo el martes por la mañana, después de que la concejal dejara a sus hijos en el colegio y se encontrara con el secuestrador, al que conocía dado que era la pareja sentimental de la alcaldesa de Maracena, Berta Linares (PSOE). Le puso una excusa para subirse a su coche y luego la amenazó con un pistola que se ha confirmado que era simulada, y un machete, que también ha sido localizado. En un momento dado, la maniató, le tapó la cabeza y la metió en el maletero de su vehículo, el cual estacionó en un local de Armilla (Granada) antes de marcharse.
La edil logró escapar y en su primera declaración ante la Guardia Civil vinculó su secuestro con una presunta trama de corrupción en el Ayuntamiento de Maracena que ella pretendía destapar. La Policía Judicial se ha dirigido al Ayuntamiento de Maracena para solicitar que se salvaguarden los expedientes correspondientes a las áreas de Intervención, Secretaría y Urbanismo y Contratación a fin de evitar cualquier tipo de menoscabo o modificación de estos expedientes.
Preguntado por todo este asunto, Pedro Fernández ha señalado que se trata de decisiones que se toman "a modo preventivo" en el marco de las investigaciones cuando de las distintas declaraciones pueda desprenderse una "mínima acusación" o "cualquier indicio". "Todo forma parte del impacto de los primeros días y de las consecuencias de las declaraciones que se puedan producir, qué duda cabe que a partir de este momento será la autoridad judicial la que si estima que puede haber cualquier tipo de hecho al margen del principal que tiene que ver con el secuestro (...) determinará que se lleven a cabo otras diligencias complementarias", ha dicho.
Sobre la posibilidad de que este asunto pueda ser investigado como una tentativa de homicidio, el delegado del Gobierno en Andalucía ha dicho que "los hechos objetivos son los que son" y, aunque todo dependerá de los testimonios y del resto de indicios, es "evidente" que el hecho de que la concejal lograra escaparse "cuanto menos" evitó cualquier otro final "más trágico", después de que estuviera "encerrada con una doble protección --un maletero y un garaje-- para evitar su huida" y de que se hayan localizado un arma blanca y una pistola que era simulada.
Según ha avanzado el diario 'Ideal' este viernes, el secuestrador acudió presuntamente a una ferretería de Maracena a adquirir un cuchillo y cinta americana. En declaraciones a diversos medios de comunicación, recogidas por Europa Press, la propietaria de la ferretería ha explicado concretamente que compró "un cuchillo para carne" y "cinta americana negra", aunque nos les causó extrañeza porque se trata de dos artículos que venden habitualmente y el presunto secuestrador estaba "normal, muy centrado" y solo se le notó "un poquito nervioso" cuando se produjo una ligera confusión al darle el cambio. "No me llamó la atención, la cinta americana se vende mucho y un cuchillo para la cocina, también; no sabía que era ese hombre y no lo conocía", ha narrado la dueña de la ferretería.