La grieta del casco del buque “OS 35”, semihundido al Este de Gibraltar desde el 30 de agosto tras sufrir una colisión con otro buque, se ha extendido y las dos partes en las que ha quedado dividida la nave se encuentran ahora “tenuemente unidas”.
Así lo ha explicado el Gobierno de Gibraltar en una nota en la que explica que los restos del naufragio han sufrido daños estructurales, más visibles en el lado de estribor.
La grieta original en el casco se ha extendido hasta el lado de babor y las dos partes del barco ahora sólo se mantienen “tenuemente unidas por la parte inferior de su estructura”, conocida como quilla de pantoque.
La proa ahora se asienta ahora otros cuatro metros en el fondo marino arenoso, mientras que la popa ahora se asienta otros dos metros, todo ello como resultado de los fuertes oleajes sobre el buque, apoyado en arenas movedizas con fuertes oleajes. Eso sí, el “OS 35” no se ha movido del lugar donde se encontraba tras su hundimiento controlado.
En cuanto al estado de los tanques, los buzos han confirmado que el los cuatro que componen el tanque 1 han sufrido daños, pero sin generar vertidos, mientras que los del tanque 2 se mantienen intactos y sin riesgo de liberar residuos.
Todos ellos habían sido vaciados, si bien es probable que contengan residuos y que han generado el vertido de “pequeñas cantidades de petróleo” durante el último temporal.
Respecto a los trabajos previstos para la extracción del buque, la “primera prioridad” es desalojar la carga del mismo, de la cual ya se ha extraído en torno a un tercio, más de 11.000 toneladas. A diario se vienen retirando entre 600 y 900 toneladas de carga.
A pesar de los temporales, los trabajos avanzan bien, según el comunicado, ya que el cronograma contaba con esa inactividad por mal tiempo, si bien alerta de que podrían modificarse los planes para su extracción tras los últimos daños detectados.
Por último, explican que el capitán del puerto de Gibraltar ha informado a sus homólogos en España de todos estos acontecimientos.
