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Almería

Cuatro años de cárcel por someter, vejar, golpear y humillar a su pareja

A pesar de "tener conocimiento" de esto, el acusado retomó su relación con la víctima, con la que se encontraba y comunicaba "de forma habitual"

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  • Juzgados. -

Un hombre ha aceptado este martes penas que suman cuatro años, un mes y 15 días de prisión por someter, controlar, vejar y golpear a su expareja, a la que retuvo durante horas para que retirase la denuncia que había interpuesto contra él.

Fuentes judiciales han informado a EFE de que el acusado, representado por la letrada Mónica Moya, ha reconocido los hechos y mostrado su conformidad después de que la Fiscalía haya rebajado su petición inicial en la vista oral celebrada ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería.

El procesado ya fue condenado previamente por delitos de acoso y amenazas en el ámbito de la violencia de género, por los que, entre otros, se le impuso una orden de alejamiento de 500 metros durante un total de 34 meses respecto de su pareja.

A pesar de "tener conocimiento" de esto, el acusado retomó su relación con la víctima, con la que se encontraba y comunicaba "de forma habitual".

En estas circunstancias, el 11 de septiembre de 2021 la pareja entabló una discusión en un restaurante del Levante almeriense, en "presencia de los empleados del local, y el 2 de octubre de ese año fueron vistos juntos en otro mesón de la zona.

La relación entre ambos se había deteriorado, por lo que eran "constantes las discusiones", así como que se dirigía a ella con expresiones "humillantes" para amedrentarla y tenerla "sumida a su autoridad", algo que ofendió "gravemente" a la víctima, cuya moral se vio "minada".

La mujer experimentó también "fases de sometimiento y control" y se encontró en "todo momento" en "estado de sumisión y aislamiento". Un control ejercido con "golpes, empujones, sacudidas y patadas", además de insultos y vejaciones.

Por ejemplo, el 30 de octubre de 2021 le manifestó que la iba a matar a ella y a su hijo, y al día siguiente le propinó una bofetada cuando ambos se encontraban en el domicilio de la víctima.

Cuando el acusado supo que había sido denunciado, acudió sobre las 13:00 horas del 1 de noviembre a dicho inmueble y al salir la mujer para trabajar, la empujó adentro y la retuvo durante seis horas para que retirase su denuncia.

Cuando la perjudicada pudo salir, acudió a la Guardia Civil a ampliarla.

Todavía en el cuartel, recibió un mensaje del acusado que le comunicaba que se había ido de su casa. Así, la mujer regresó a su domicilio, si bien la seguía una patrulla de guardias civiles sin su conocimiento para protegerla.

Al acceder a su vivienda, encontró allí al acusado, que volvió a impedirle que lo abandonase para que retirase la denuncia.

Con lo que no contaba es con que la mujer iba a comunicarse por teléfono con los agentes, quienes tras pedir refuerzos accedieron al inmueble.

Al ver que iba a ser detenido, el acusado saltó por el balcón y se abalanzó sobre un guardia para poder escapar, algo que no logró.

Por estos hechos, ha sido condenado a nueve meses de prisión por un delito continuado de quebrantamiento de condena, a seis meses de cárcel por un delito de maltrato habitual físico y psicológico sobre la mujer, a diez meses y quince días por un delito de amenazas en el ámbito de la violencia sobre la mujer, y a dos años de prisión por un delito de detención ilegal.

Por estos delitos le han sido impuestas también dos órdenes de alejamiento, y le han sido impuestas multas por delitos de malos tratos en el ámbito de la violencia sobre la mujer, coacciones, atentado a un agente de la autoridad y leve de lesiones, en los que concurre la atenuante de reparación del daño. 

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