Ruiz Boix sugirió que, desde su punto de vista, la supresión de los cursos responde a “razones políticas” y no económicas, como argumenta el alcalde. Para apoyar este razonamiento, se basa en que los últimos cursos organizados suponían un coste aproximado de 75.000 euros, y que con las matrículas se habrían recuperado unos 73.000, lo que dejaría el coste real de los cursos en unos 2.000 euros.
Para Ruiz Boix, estos datos demuestran que los cursos “se autofinancian” y manifestó que ha llegado a sus oídos que podría haber otros ayuntamientos interesados en recoger esta iniciativa formativa antes de que la recupere San Roque, particularmente La Línea.
Para Ruiz Boix, “Palma cercena una iniciativa cultural nacida en los años 80 cuando los primeros pasos de la UCA” y que “el grupo de concejales dirigidos por el alcalde socialista Eduardo López Gil, “cuando existían otras prioridades en el municipio, como calles sin asfaltar y sin iluminación, tuvieron apuesta decidida por convertir San Roque en capital cultural del Campo de Gibraltar”.
Impago
Por su parte, y también en referencia a la polémica por la supresión este año de los Cursos de Verano, Palma manifestó su creencia de que este evento le ha dado “un gran prestigio” a San Roque. Subrayó, asimismo, que “lo que no puede pasar” es lo ocurrido el año pasado: que “todavía no se ha pagado a algunos profesores, a los hoteles que los hospedaban... ni siquiera los taxis”.
