No eran todavía las doce del mediodía del Viernes de Dolores cuando en la Plaza Belén comenzaba a aparecer rostros populares, televisivos, musicales y de la farándula convocados por la inauguración del Centro Cultural Lola Flores. Ya es una realidad, es la gran noticia. No nos cabe la menor duda de que es el acontecimiento del año para la ciudad, pues somos conscientes por la cercanía con la familia y la devoción que profesamos a la Faraona de su gran impacto mediático y lo que supondrá para la dinamización económica de Jerez y su entorno.
Más de cuarenta compañeros de prensa se situaron frente a la tarima de alfombra roja, gráficos y redactores, y otros tantos prefirieron colocarse en la parte más cercana al acceso de entrada habilitado para arrancar algunos totales. Había una gran expectación. Se sentía algo más allá a una importante inauguración, se sentía el espíritu Lola.
La maestra de baile Angelita Gómez fue de las primeras en llegar, conjuntamente con la familia Sordera, Vicente y Enrique, y el doctor Benito Ortegón. Apareció Antonio El Pipa junto a su hijo Antonio, que sigue sus pasos, con un traje azulón turquesa llegando a posar para la prensa con sus brazos alados como gran bailaor que es. La alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, y el equipo técnico de la organización, como Irene Canca, estuvieron siempre atentos a que los artistas atendieran a la prensa.
Se iba animando la cosa con la llegada de Juan Peña, el cantante jerezano, Pelé de Navajita Plateá con sus hermanas, Ana y Coral, Tomasito con sus hermanas y su madre, la gran y carismática Bastiana. A lo lejos, se veía a una gitana sentada al lado de una de las semejanzas de Lola a tamaño natural. Tenía su pelo blanco, con roete bajo, corales y perlas, y una estampa de arte. Era Salvaorita de Rebeco, a la que tanto quiso Lola y tanto disfrutaron juntas. Las gitanas de Jerez fueron para Lola una bocanada de aire fresco en su última década de vida. Se reflejó en sus maneras, recuperó su esencia y aprendió nuevamente que el compás por bulerías es el ritmo de la vida. Por eso no faltaron otras como Victoria Prado y La Yoya, y Diego Vargas, el gran confidente de la artista. Apareció La Macanita, gitana en cualquier gesto y mirada, pero por todos deseada. Fernando Soto no podía faltar, acompañado de su madre Ramona. Paco Cepero también estuvo presente junto a Chari, su esposa. La Reina Gitana, Macarena de Jerez… otras tantas más.
Tengo que reconocer que los colegas de los medios no terminaban de conocer a los jerezanos, pues buscaban rostros más mediáticos como los que fueron apareciendo. María del Monte, Toñi Moreno, Inmaculada Casal, Antonio Carmona, Marina Carmona, Lucía Fernanda y Mariola Orellana. Comenzaron a aparecer los miembros del clan Flores, todos a excepción de Elena Furiase que estaba en plena grabación de una serie.
Lo más emocionante, así nos lo parece, la aparición de Carmen Flores. ¡Jerezana! de la calle Sancho Vizcaíno del barrio de San Miguel. Quizás para muchos la dimensión de Lola le haya hecho olvidar que Carmen barrió en número de ventas y conciertos en Sudamérica y otros tantos países que la consideran como una auténtica diva. En alguna ocasión lo escribí y lo vuelvo a hacer: Jerez debe reconocerla artísticamente como merece y dedicarle el nombre de una calle o un gesto que pueda quedar para la historia. Algunos dirán “¿qué ha hecho Carmen por Jerez?”, lo siguen diciendo de Lola. Yo me preguntaría “¿qué hemos hecho nosotros por ellas para que hayan sido y sean consideradas como artistas universales?”.
Subieron todos al pequeño tálamo y se hicieron la foto de rigor con la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, y posteriormente se inauguró oficialmente el conocido museo. Sonó a tu vera, con la voz de la joven Lucía Aliaño, tan celestial como agradable, y salieron algunas lágrimas disimuladas por enormes gafas de sol.
Rosario y Lolita fueron las más aplaudidas. Impresionante el perfil estético de Alba Flores, actriz, avanzada y de personalidad arrolladora. Estuvieron en el encuentro la familia Vega, con Charo a la cabeza, Ignacio de Pilar y Eugenia Martínez de Irujo. La diseñadora Amparo Maciá y la empresaria Maria Luisa C. de Azcaráte tampoco se perdieron la cita. Luego, la familia organizó un aperitivo para atender a tantos artistas que se prestaron a venir y se formó la juerga. Vimos bailar a Farru, Farruca, Fernando Jiménez, Antonio El Pipa, cantó La Macanita, Sandra Rincón, Fernando Soto, Mara Rey, EL Berenjeno, Coral de los Reyes, Ana de los Reyes, Tomasito… Así son las fiestas que le gustan a los Flores, y a mí.
¡Estamos de enhorabuena, así lo siento yo!
