Hoy se cumple un año desde que el Cádiz firmó su última permanencia en Primera División. Los amarillos viajaron a Vitoria con mucha ilusión y con nervios. Y es que tenían que ganar el duelo ante el Alavés y, al mismo tiempo, el Granada tenía que dejarse puntos por el camino para que los cadistas jugaran una temporada más en la élite. Y eso fue lo que sucedió.
Un gol de Choco Lozano en el minuto 76 fue suficiente para que los cadistas se adelantaran en el marcador, pero hubo que estar pendientes a otros estadios.
El corazón de los cadistas dio un vuelco cuando en Granada pitaron un penalti y celebraron como un gol el fallo de Jorge Molina.