La familia de Maricela V. G, la mujer de nacionalidad filipina degollada por su expareja en el barrio sevillano de la Macarena, espera que le caiga al presunto asesino “la máxima pena posible” mientras buscan fondos para costear los 8.000 euros de la repatriación del cuerpo de la víctima, que recibirá “cristiana sepultura” en Filipinas, en su localidad natal, Nueva Écija, donde la espera una de sus hermanas.
Son palabras de Julius, cuñado de Maricela, quien ha participado junto a varios de sus familiares y el cónsul general de Filipinas en Andalucía Occidental y letrado penalista, José Ignacio Bidón, en la concentración de repulsa por el crimen machista que ha tenido lugar ante el Ayuntamiento de Sevilla con representación de toda la Corporación municipal, en la que el Gobierno local ha ofrecido asesoría y apoyo psicológico a la familia en estos duros momentos.
Julius ha reconocido que la familia se encuentra “consternada” por lo ocurrido, ya que Maricela llevaba “dos meses fuera, viene el sábado y no duró ni un día”, asegurando que ese “monstruo, porque no me veo capaz de llamarlo hombre” incluso mandaba mensajes desde el móvil de su cuñada diciendo que “estaba descansando”. "Que le caiga la máxima pena posible", decía Julius, deseando que lo "trasladen a Filipinas, que aquí la cárcel va a ser mejor".
Según ha relatado el hermano del primer marido de Maricela, ya fallecido, víctima y asesino se conocieron en Vigo y, dado que se había quedado sin trabajo, su cuñada le invitó a que se fuera a Sevilla, donde le encontraron trabajo y arreglaron los papeles de residencia. Mantuvieron una relación y compartieron piso con otros compatriotas, hasta que en mayo “tuvieron una discusión” y ella se marchó. Dos meses después, ella volvió el sábado y el domingo, cuando la familia comenzó a sospechar por no tener contacto directo con ella, llamaron a la Policía y se personaron en el piso.
“Gracias a Dios que no vi el estado de mi cuñada”, relata Julius, que ha apuntado que están a la espera de la autopsia para poder repatriar su cuerpo a Filipinas, un proceso que tiene un coste muy elevado, unos 8.000 euros, por lo que están buscando cómo costearlo.
El cónsul general de Filipinas en Andalucía Occidental y letrado penalista, José Ignacio Bidón, personado en el caso al menos en esta fase de la instrucción, ha apuntado que tienen “prácticamente toda la documentación” necesaria para iniciar el proceso de repatriación, que debe ser autorizada tras el informe del forense, apuntando que están buscando financiación para rebajar el coste.
“La repatriación tiene que ser ya, no puede esperar dos meses”, aseguraba Bidón, que apuntaba que el juzgado de violencia de género que lleva el caso ya tiene constancia de los familiares que solicitan la repatriación y la persona que recibirá el cuerpo, que es la hermana de la víctima, que le dará “cristiana sepultura” junto a los dos hijos de Maricela.
Bidón también ha querido señalar que en los 23 años que lleva como cónsul general de Filipinas “nunca he tenido que personarme en una causa penal, nos ha cogido a contrapié”, ya que la comunidad filipinas que vive en España “nunca tiene problemas con la justicia” y el 95% de los que están en España, están regularizados.
"Desde este Ayuntamiento condenamos rotundamente estos dos terribles asesinatos -este pasado fin de semana fallecía una mujer también víctima de la violencia machista en Villanueva del Arzobispo (Jaén)-. Como bien ha comentado nuestro alcalde, vamos a destinar todos los recursos disponibles para acabar con la violencia de género", ha asegurado la concejal de Educación, Familia, Igualdad, Juventud y Asociaciones, Blanca Gastalver.
En opinión de la delegada municipal, "es una lucha de todos y tenemos que estar todos unidos. Es muy importante que ante cualquier caso de violencia de género contactar con los teléfonos disponibles para ello". Desde el Ayuntamiento "contamos con unos centros integrales de apoyo y asesoramiento a las mujeres para todas las ciudadanas y ya estamos reforzándolo".
Minuto de silencio en la Delegación del Gobierno andaluz
Mientras, el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez, y la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Olga Carrión, han presidido este martes un simbólico homenaje a la última víctima de violencia de género en la capital andaluza, que ha tenido lugar a las puertas de la sede del Gobierno de la Junta.
En este sentido, junto a la delegada territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, María Luisa Cava, y la coordinadora de Programas de Sevilla del IAM, Mercedes Soriano, así como delegados territoriales, se han concetrado en la Plaza de la Contratación para guardar un minuto de silencio por la muerte de una mujer de 47 años, presuntamente a manos de su excompañero sentimental, de 46 años.
En opinión del delegado del Gobierno andaluz, se trata de un trágico caso de violencia de género que "es aún más trágico por el fin de semana que llevamos, porque hace escasamente un mes, algo más de un mes, nos convocábamos aquí de nuevo por una víctima en Utrera".
"Se está avanzando, obviamente, en relación y coordinación entre administraciones, en concienciación, en medios, pero las víctimas siguen estando ahí", ha añadido el delegado. "La rabia contenida que se siente debe de dejar paso a una motivación a seguir buscando fórmulas más eficaces, a seguir haciendo llamamientos a la población, a las familias de posibles víctimas para detectar de forma precoz cualquier caso, no ya solamente de un caso último que lleve a un asesinato machista, sino en cualquier tipo de violencia doméstica, de violencia verbal y por supuesto de violencia".
Por último, Ricardo Sánchez ha afirmado que "tenemos que ser uno solo: la Administración, los poderes públicos y la ciudadanía en la lucha, con la que, creo yo, a estas alturas es la lacra mayor que sufrimos la sociedad moderna. No podremos llamarnos de verdad una sociedad moderna mientras mantengamos estas actitudes, mientras alberguemos estas actitudes de machismo máximo que al final es una agresión y, por desgracia, en algunos casos, una víctima mortal".