Los testigos presenciales precisaron que los enfrentamientos se desataron después de que jóvenes palestinos comenzaran a lanzar piedras contra los judíos que oraban en el Muro de las Lamentaciones, situado justo en el plano inferior de la Explanada de las Mezquitas.
Tras los enfrentamientos registrados, grupos de jóvenes palestinos se refugiaron en las dos mezquitas, la de Al Aqsa y la de la Cúpula Dorada, que se encuentran en la explanada, considerado el tercer lugar santo del Islam después de las ciudades de La Meca y Medina.
Los disturbios se produjeron después de que un palestino fuera abatido de madrugada por disparos de un guardia de seguridad israelí en el barrio de Siluán, en Jerusalén Este.
El incidente se registró cuando un grupo de palestinos se acercó a las inmediaciones de un edificio de la organización ultra derechista judía Elad, que suele adquirir propiedades en territorio ocupado palestino, precisaron vecinos del barrio.
Según las declaraciones que hizo el guarda a la Policía israelí y que recoge la versión electrónica del diario Haaretz, decenas de palestinos bloquearon su camino con contenedores de basura y comenzaron a arrojar piedras contra el vehículo en el que viajaba.
En declaraciones a Efe, el activista Jawad Halawani, vecino de Siluán, aseguró, no obstante, que la calle por la que circulaba el agente de seguridad israelí suele estar bloqueada al tráfico y que no hubo ningún tipo de provocación por parte de los palestinos.
En los últimos años numerosos colonos judíos han adquirido diversas propiedades en esa parte del Este de Jerusalén, donde los palestinos aspiran a establecer la capital de su futuro estado independiente.
Al menos 88 casas palestinas, hogar de un millar de personas, han recibido en los últimos meses órdenes de demolición en Siluan por parte de las autoridades israelíes bajo el argumento de que las viviendas se habían construido sin permiso legal.