La cetoacidosis (fracaso metabólico) es consecuencia del retraso en el diagnóstico y su presencia es mayor cuanto menor es el niño, según se deduce de los resultados de un estudio llevado a cabo por la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP).
El estudio pone de relieve que el 51,7 por ciento de los niños menores de cinco años tienen cetoacidosis en el momento de ser diagnosticados de diabetes, un porcentaje que se eleva hasta el 69% en los menores de 2 años.
Esto se debe a que cuanto más pequeños son los niños los síntomas son menos frecuentes.