"Condenamos enérgicamente la divulgación no autorizada de los documentos clasificados y de información sensible para la seguridad nacional", recoge el documento, al tiempo que matiza que este material "no es una expresión política", informa el diario 'USA Today'.
El texto advierte de que tales revelaciones sobre los cables diplomáticos de Washington "podrían comprometer las conversaciones privadas con gobiernos extranjeros y líderes de la oposición", teniendo así "un profundo impacto, no solo en los intereses de la política exterior de Estados Unidos, también en los de nuestros aliados y amigos en todo el mundo".
En este sentido, la Casa Blanca asegura que estas revelaciones tendrán también un impacto negativo en la seguridad de sus "diplomáticos, profesionales de Inteligencia y personas de todo el mundo que han venido a Estados Unidos a promover la democracia y la apertura de los gobiernos", así como "de quienes viven en regímenes opresivos e intentan crear sociedades más libres y abiertas".
En este contexto, Washington considera que "esta acción imprudente" atenta contra el compromiso del presidente, Barack Obama, con "un Gobierno responsable, consecuente y abierto". "Al liberar los documentos robados y clasificados, Wikileaks ha puesto en riesgo no sólo la causa de los Derechos Humanos, sino también la vida y el trabajo de todas estas personas", reza el texto.