Es el verano la época en la que la economía de un pueblo dotado de una oferta turística tan potenciada por el turismo de sol y playa como es Chipiona crece considerablemente, aunque es adentrado el mes de abril cuando las visitas a la localidad acrecientan sus números coincidiendo con la llegada del buen tiempo. Un incipiente turismo que, de forma directa, incide además sobre el bolsillo de todos: los negocios lo celebran y también los puestos de trabajo, aunque el turismo no es el único motor que impulsa el empleo. Son muchos más porque, de lo contrario, no sería posible explicar que la cifra de parados ha descendido a casi 300 personas desde hace un año a estas mismas alturas, más cuando Chipiona todavía se lame las heridas de una borrasca de mucha intensidad que frustró casi todos los planes de vacaciones.
Todo es resultado de un descenso que, visto en perspectiva anual, parece demasiado holgado como para ser real, pero lo cierto es que se ha ido consiguiendo de forma paulatina. Mes a mes. Marzo no ha sido la excepción, también ha contribuido para aliviar la situación del paro en la localidad. Chipiona cerró el mes de marzo con un total de 1.931 parados, lo que supone un descenso en las cifras de desempleo de 71 personas con respecto a febrero. La bajada es, por tanto, del 3,42%, mayor que la que se ha producido a nivel media provincial, que se ha quedado en el 1,40%.
El mayor número de parados registrados se concentra, como es habitual, en el sector servicios, que alcanzó el número de 1.349. Le siguen la construcción con 188, desempleados sin empleo anterior con 176, la agricultura con 159 y la industria con 60. Del total de personas desempleadas de Chipiona, 1.129 son mujeres y 803 hombres, por lo que la brecha de género, una vez más, sigue mostrando un problema latente.
