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Liropus 2000, otro paso para saber qué misterios guardan los fondos marinos

El mayor ecosistema del planeta, el fondo marino, sigue siendo el gran desconocido, pero no cejan en su empeño de descubrir sus misterios.

El mayor ecosistema del planeta, el fondo marino, sigue siendo el gran desconocido, pero los científicos no cejan en su empeño de descubrir sus misterios y, poco a poco, van avanzando con tecnologías, como la última adquisición del Instituto Español de Oceanografía (IEO): el submarino Liropus 2000.

Este vehículo, manejado por control remoto, que lleva el nombre de un pequeño crustáceo (Liropus Cachuchoensis) descubierto en la primera Área Marina Protegida de España, El Cachucho, va a permitir a los científicos del IEO conocer, en tiempo real, lo que ocurre a 2.000 metros de profundidad de la superficie del mar e, incluso, capturar pequeños animales vivos.

Francisco Sánchez, biólogo del centro que el IEO tiene en Santander y uno de los científicos que se ocupará de este submarino, destaca, en una entrevista con Efe, la importancia de esta tecnología para conocer el "mayor ecosistema del planeta", que es "el mayor desconocido".

"Sin ninguna duda se tienen más conocimientos de Marte que de los fondos marinos del planeta Tierra", asegura este biólogo, quien, además, recuerda que el mar profundo ocupa el 70 por ciento de la superficie del planeta.

El Liropus 2000 -el número alude a los metros de profundidad a los que puede llegar- va a permitir ampliar el conocimiento sobre los fondos marinos, saber en tiempo real qué ocurre e, incluso, recoger hasta 20 kilos de muestras.

Y, gracias al trabajo de investigadores como Francisco Sánchez o el coordinador de equipamientos técnicos del IEO, José Ignacio García, este submarino lleva incorporados sistemas novedosos que no tienen otros vehículos y que hacen "especial" al Liropus.

Las cualidades de este vehículo completarán el trabajo que el IEO ha realizado hasta ahora y que han permitido cartografiar el fondo marino, descubrir nuevas especies y ayudar a que El Cachucho sea la primer Área Marina Protegida (AMP) de España y el primer espacio oceánico del país en la Red Natura 2000.

También va a servir para analizar los otras diez "potenciales" AMP en España, que la Unión Europea pide al país que sean estudiadas para su protección (El Canal de Avilés, el Banco de Galicia, los bancos del sur de Fuerteventura, el Banco de la Concepción, las Chimeneas de Cádiz, la Islas de Alborán, el Seco de los Olivos, el Canal de Menorca, el Delta del Ebro y el Cañón del Cabo Creus).

España ha iniciado el estudio de estas zonas (a través del programa Indemares), como exige la UE. "Y, si no, te meten multa", asegura Sánchez, que aclara que esto no supone acabar con las artes de pesca u otras actividades en el mar, sino compatibilizar la protección con la productividad.

De hecho, ha reconocido la importancia de los fondos marinos para la actividad económica y para el cambio climático, ya que los arrecifes de corales de agua fría -que se encuentran a grandes profundidades y pueden tener una superficie más que la de Europa- son "grandes" sumideros de dióxido de carbono.

Pero insiste en la obligación que tiene España, como estado miembro de la Unión Europea, de contar con sus Áreas Marinas Protegidas y, de ahí, la importancia del Liropus 2000, que tendrá su primera prueba en el mar, en Vigo en abril, y posteriormente en junio, su primer trabajo en campo, en un proyecto de investigación que va a llevar a cabo un grupo de Barcelona.

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