Se trata del cuarto déficit consecutivo que registran las cuentas del Estado, que en junio incurrieron en su primer saldo negativo desde el mismo mes de 2005.
Así, entre enero y septiembre de este año, los ingresos del Estado cayeron el 15,3%, hasta los 96.730 millones de euros, mientras que los gastos aumentaron el 8,3% con respecto al mismo periodo del pasado año 2007, hasta 110.306 millones de euros.
Según Ocaña, este saldo negativo es consecuencia de una situación económica peor que hace un año y de la inyección de liquidez a las familias y a las empresas, que hasta septiembre suponen el 1,2% del Producto Interior Bruto y que ascenderá hasta el 2% a final de año.
El secretario de Estado no quiso aventurar cómo cerraría el año y afirmó que el Gobierno mantiene su previsión contenida en los Presupuestos de un déficit del 1,6%, aunque subrayó que a final de año, cuando se elabore el cuadro macroeconómico, habrá que revisarla.
En términos de caja, una metodología contable en la que se anotan los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante ese periodo, el Estado alcanzó en los primeros nueve meses del año un déficit de 13.009 millones de euros, frente al superávit de 10.169 millones obtenidos en el mismo periodo del año anterior, 2007.