El estudio fue dirigido por la psicóloga Jessica Horst y sus resultados son consecuencia de un experimento en el que se expuso a dos grupos de niños de 3 años al aprendizaje de dos palabras nuevas.
Cada una de ellas era una palabra inventada para designar un objeto desconocido, como por ejemplo sprock
para referirse a un artículo manual empleado para mezclar comida.
Durante el plazo de una semana, uno de los grupos escuchó tres historias diferentes con estas palabras, mientras que el otro grupo escucho una única historia con las mismas palabras nuevas.
Horst indicó que ya era conocido que los niños que ven el mismo programa de televisión o la misma película una
y otra vez “ofrecen mejores resultados en los posteriores exámenes de comprensión”.
“Lo que creemos que está ocurriendo con la lectura es que cada vez que un niño escucha el cuento está adquiriendo nueva información. La primera vez puede ser solo la comprensión de la historia, la segunda la percepción de los detalles y la descripción, y así progresivamente”.