Los soldados efectuaron disparos para intentar dispersar a los manifestantes, que se congregaron frente al edificio desde el mediodía con la intención de entrar en el mismo, como otros grupos hicieron la víspera en El Cairo y Alejandría.
Al principio el grupo de manifestantes era reducido, pero según avanzó la jornada centenares de personas se unieron a la protesta.
“El pueblo quiere la caída del régimen y la caída de la Seguridad del Estado” gritaron los participantes en esta manifestación, durante la cual al menos una docena de personas fueron detenidas.
Los arrestados fueron introducidos en el edificio del Ministerio del Interior, colindante con la sede de este aparato de seguridad y próximo a la plaza Tahrir, epicentro de la revolución del 25 de enero que forzó la renuncia del presidente Hosni Mubarak.
Las fuerzas de seguridad cortaron la calle, que está vigilada por cuatro vehículos blindados y un tanque.
Este incidente se produce después de que grupos de manifestantes irrumpieran en varias sedes de los servicios de la Seguridad del Estado.