Antes de negarse a declarar en una nueva audiencia del proceso, el exgobernante de facto dijo que "carecía de sentido" defenderse, y calificó de "falacia" que la dictadura haya llevado a cabo un plan sistemático para apropiarse de recién nacidos hijos de mujeres desaparecidas.
"Con el debido respeto que merece este tribunal debo decir que carece de jurisdicción y competencia para juzgarme", declaró por videoconferencia desde el penal de las afueras de Buenos Aires en el que está detenido.
Videla, de 85 años, vestía un poncho que permitía ocultar el yeso que los médicos debieron colocarle hace unos días por una fractura en el antebrazo.
"Salvo por el accidente (sufrió una caída en el penal), estoy perfectamente bien para mi edad y con una salud cuidada que me permite desarrollarme con absoluta normalidad", añadió.
Desde febrero pasado, Videla y otros jerarcas del régimen militar son sometidos a juicio oral y público por 35 casos de robo de bebés a embarazadas detenidas durante la dictadura.
El exmilitar, el primero de los cuatro presidentes de la última dictadura, fue condenado en diciembre pasado a prisión perpetua por un tribunal de Córdoba (centro del país) que le juzgó por el fusilamiento de una treintena de presos políticos en 1976.
