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España

Bronca en el debate entre cadidatos a la presidencia de la Asociación de la Prensa

Nani Carvaja, actual presidenta, y el candidato Rafael Rodríguez, mantienen un duro enfrentamiento

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sevilla | La Asociación de la Prensa de Sevilla (APS), que es lo más parecido a un colegio profesional que tienen los periodistas de esta ciudad, celebrará mañana elecciones para elegir nueva junta directiva. Por este motivo, los periodistas que encabezan las tres candidaturas, Nani Carvajal, Antonio Silva y Rafael Rodríguez, mantuvieron ayer un debate en la Facultad de Comunicación de Sevilla.

Entre el público asistente algunos periodistas ya consagrados. También algunos estudiantes, no muchos, que decidieron escuchar las propuestas. Pero conforme el debate iba avanzando, los futuros comunicadores iban abandonando el salón de grados. Ninguno de los candidatos consiguió transmitir ilusión, ni grandes propuestas que, al menos, parecieran poder hacer frente a la grave situación de precariedad que atraviesa la profesión periodística.

Al menos, en calificar como “mala”, “pésima” o “muy mala”, la situación actual del periodismo, sí estuvieron de acuerdo los tres candidatos a presidir la APS.

Si por algo es conocida esta institución, que hace dos años celebró su centenario, es porque en navidad regala un jamón a sus afiliados que, además, tienen caseta propia en feria. “Es vergonzoso que se nos conozca por el jamón”, se atrevió a decir un asistente, que propuso a los candidatos que se comprometieran a eliminar el regalo del jamón. Los tres candidatos se comprometieron.“Eso lo tiene que decidir la asamblea y cuando se ha hecho, los 9 ó 10 periodistas que han ido han votado en contra”, aclaraba la actual presidenta, Nani Carvajal.

Precisamente Carvajal protagonizó un duro enfrentamiento con uno de sus adversarios, Rafael Rodríguez, al que acusó “de juego sucio”. Los dos candidatos se enzarzaron en un acalorada discusión. Un asistente del público tuvo que intervenir para pedir que cesaran. Al final, las propuestas fueron lo de menos y se volvió a habar demasiado del jamón y poco de la paupérrima situación de la profesión periodística.

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