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España

Los príncipes de Asturias completan una gira que España considera histórica

El heredero de la corona y doña Letizia hicieron un llamamiento a las autoridades a favorecer las inversiones españolas en energías renovables

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  • Ceremonia de despedida. -
Los Príncipes de Asturias han animado este jueves a las autoridades jordanas a favorecer las inversiones españolas en energías renovables e infraestructuras durante un encuentro con personalidades económicas con el que concluyeron una gira oficial por Oriente Medio que el Gobierno español considera histórica.

Los ministros de Planificación, Jafar Hassan, y de Energía, Jaled Tukan, intervinieron en esta reunión con el heredero de la Corona española y su esposa, la princesa Letizia, en la que también participaron el presidente de la Asociación de Banca Jordana, Maruán Awad, y los vicepresidentes de la Cámara de Comercio y la Asociación de Negocios de Jordania.

Con el fin de avanzar hacia posibles acuerdos, los representantes jordanos presentaron a sus invitados los proyectos abiertos a la inversión española, entre ellos el tratamiento de aguas procedentes del Mar Rojo, el equipamiento de una futura conexión ferroviaria con las fronteras siria e iraquí, la construcción de una central nuclear y la creación de plantas de energía eólica y solar.

La delegación que encabezaban los Príncipes mostró la disposición de España a estudiar la participación en estas iniciativas económicas y se interesó por concretar fórmulas que permitan superar las dificultades jurídicas que frenan la inversión en algunos sectores.

A continuación, el heredero de la Corona española y su esposa se dirigieron al aeropuerto internacional de Ammán, donde, antes de regresar a España, asistieron a una sencilla ceremonia oficial de despedida ofrecida por el príncipe Talal Bin Mohamed -primo hermano del rey Abdalá II- y la princesa Ghida, que les han acompañado durante toda su estancia en este país.

La etapa jordana de este viaje a Oriente Medio, que ha tenido una gran repercusión mediática por el almuerzo oficial que don Felipe y doña Letizia compartieron ayer con el rey Abdalá y la reina Rania, permitió hacer patente el apoyo del heredero de la Corona española al proceso de reformas políticas promovido por el propio monarca hachemí y su confianza en la estabilidad del país.

Este respaldo quedó de relieve en las entrevistas que mantuvo con el primer ministro jordano, Maruf Bajit, y el presidente del Parlamento y máximo representante de la Comisión Nacional de Diálogo, Taher Masri, los dos hombres clave para intentar llevar a buen puerto este mismo año una ley electoral realmente representativa y un sistema de partidos políticos más democrático.

En todo caso, antes de llegar a Ammán, España ya había calificado de histórica esta gira de los Príncipes por la significativa agenda de su visita a Israel -origen del viaje, con ocasión del 25 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas- y a los Territorios Palestinos, donde nunca antes había viajado un miembro de la Familia Real española o de alguna familia real europea.

En Jerusalén, donde fue recibido con honores propios de un jefe de Estado, don Felipe animó en una cena oficial ante el presidente Simón Peres a reanudar pronto el diálogo palestino-israelí y a perseverar en busca del objetivo de la convivencia de Israel "con todos los Estados árabes vecinos, incluido el palestino, en condiciones de armonía, plena seguridad y reconocimiento" mutuo.

Al día siguiente, abordó con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, las posibles iniciativas de su Gobierno ante un eventual reconocimiento de Palestina como Estado por determinados países el próximo septiembre y, horas después, fue recibido con su esposa en Ramala, también con los máximos honores, en una intensa visita de dos horas que reafirmó el apoyo de España al pueblo palestino.

Tanto Netanyahu como el líder palestino, Mahmud Abás, mostraron al Príncipe su disposición a volver cuanto antes a la mesa de negociaciones, pero con unas condiciones mínimas que aún no ven cumplidas, si bien ambos coincidieron en pedir a España que utilice su capacidad de interlocución para favorecer un acercamiento y dejaron la puerta abierta a nuevas iniciativas diplomáticas.

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