“Se trata de una cifra diminuta si lo comparamos con los países nórdicos donde los índices de violencia son del 30%, pero que no es nada despreciable porque en ella no se refleja el maltrato encubierto existente y que se sitúa en el 12%”, ha indicado la investigadora principal del estudio, Susana Paíno.
El estudio se ha realizado entre 4.000 jóvenes de 15 a 30 años de la provincia de Huelva y que han mantenido una relación de pareja de un mes como mínimo y su objetivo era detectar la prevalencia de comportamientos que, por su naturaleza física, emocional, social y sexual puedan ser constitutivos de una relación de violencia doméstica.
Para ello “nos centramos fundamentalmente en las actitudes para poder prevenir”, ha precisado Paíno, quien ha apuntado que “se ha detectado una mayor tendencia de conductas femeninas dirigidas al castigo emocional” y ha puesto de ejemplo que “las chicas utilizan mucho más el sexo y el afecto como herramienta de chantaje afectivo”.
Los expertos llaman la atención sobre el maltrato encubierto (o situaciones violentas identificadas pero no reconocidas) en un 12% de las relaciones de pareja y que “un 25% de los encuestados reconoce haber sentido miedo en su relación, o haberse sentido atrapado, a pesar de después admitir que no han sufrido maltrato”.
Este proyecto se sumará a los estudios de otros países.