En una entrevista en el programa '60 minutos' de la CBS, Gates ha confesado que "estaba muy preocupado" porque tenía "reservas" sobre la fiabilidad de la información obtenida. "Mi preocupación era el nivel de incertidumbre sobre si Bin Laden estaba o no en el complejo" de Abbottabad, en Pakistán.
"No había ninguna evidencia de que estuviera allí. Todo eran pruebas circunstanciales. Pero, probablemente, era la mejor información que habíamos tenido desde 2001", ha agregado el secretario estadounidense.
Gates ha relatado lo nervioso que estaba en el momento del asalto a la residencia del terrorista. "Creo que estaba paralizado. El corazón casi se me salió por la boca cuando vi que el helicóptero aterrizaba en el patio, porque no era parte del plan. Pero esos chicos son alucinantes", ha dicho en referencia a los miembros de las fuerzas especiales estadounidenses.
En este contexto, el funcionario ha asegurado que la decisión de Obama de continuar con el operativo "es una de las más valientes que ha tomado un presidente", ya que nada garantizaba que fuera a tener éxito.
Interrogado acerca de las consecuencias que la muerte de Bin Laden tendrá sobre la misión en Afganistán, el secretario de Defensa ha considerado "prematuro" este análisis, aunque ha indicado que podría producirse un avance hacia finales de este año, por lo que "más tropas podrían volver a casa".