Sí, de momento, lamentablemente adentrándonos en el futuro, la realidad es que el AVE Huelva-Madrid “debería”, sí, necesariamente, debería haber partido desde Huelva hasta Madrid precisamente en 1992, ya que el acontecimiento no era para menos, y va a ser necesario esperar más de 3 años, por lógica y por muy optimistas que seamos, 3 años más todavía, o sea, que –insisto- optimismos aparte y si los dineros y la meteorología lo permiten, habrá que esperar hasta 2027 para que salgamos de El Matadero -por favor, búsquenle ya un nombre al apeadero actual- y lleguemos felizmente a Madrid-Puerta de Atocha. Sí, porque otra cosa será -ojo al dato- la construcción de una nueva estación ferroviaria de Huelva -objeto de otro proyecto- tras alcanzar la carretera de circunvalación H-30 con la perspectiva de que finalmente el AVE de nuestras penas y sinsabores llegará así a la frontera portuguesa, como ese tren en el que solíamos viajar hasta Ayamonte para ir a comprar toallas y sábanas a Villarreal de Santo Antonio…
Sí, ¡qué cosas! Y dirá el lector que por juventud no llegó a conocer esta modesta pero oportunísima línea férrea que curiosamente salía de Madrid, pasaba por Sevilla y Huelva y se desplazaba hacia la costa para terminar a la entrada de la ciudad fronteriza, “a la espera” de que fuese construido el puente y se pudiese llegar a Faro como ahora se pretende y Dios sabe cuándo llegará ese día en el que, por fin, Huelva no será ya el último rincón del suroeste español y moneda de cambio para otras cosas. El Boletín Oficial del Estado del 12 de octubre ha venido a marcar la hoja de ruta, por fin, por la Resolución de 2 de octubre de 2024, por la que se formula Declaración de Impacto Ambiental del estudio informativo de la línea de alta velocidad Sevilla-Huelva. Sí, ¡qué cosas! Porque sí que se han dado prisas después de que el 10 de julio de 2018 fueran aprobados provisionalmente el estudio informativo y el estudio de impacto ambiental, pero el 24 de julio de 2023 se produce la suspensión del procedimiento de evaluación de impacto ambiental, y así hasta ese milagroso BOE que hace borrón y cuenta nueva para poner sobre la mesa ese anhelado AVE que Dios sabe cuántas vicisitudes deberá aún superar para decir adiós a la “solución” de El Matadero, al parecer nacida de la nada…
Sí, ¡vaya suspiro! Después de que apareciese en escena esa ignominia que Dios sabe de dónde procedía condenarnos nada más y nada menos que hasta 2050, y que por fin se abre una nueva etapa en la que lo menos que se puede hacer es dar a Huelva lo que se merece, después de que en 1992 ni siquiera pudimos estrenar totalmente terminada la A-49, poco más o menos lo mismo que ahora se trata con ese AVE Sevilla-Huelva a la vista de que el estudio informativo contempla la construcción y explotación de una nueva infraestructura de alta velocidad, independiente de la línea de ferrocarril convencional existente. Sí, y para que de una vez por todas nos centremos en el mítico proyecto, nos obsequian con 16 páginas del BOE que Dios quiera no sean objeto de nuevas modificaciones y, una vez en marcha las obras sepamos realmente cuándo podremos disponer de los primeros billetes para ir en AVE de Huelva a Madrid, y, en su día, que por lo visto va para largo, queda supeditado a lo que se hará recordando aquel simpático viaje de, como digo al principio, Madrid-Ayamonte, ya acercándonos a la cosa, continuar por Gibraleón, Cartaya, Lepe, Isla Cristina, Pozo del Camino, y ¡a por las sábanas y las toallas portuguesas!...
¡Ah! Y las primeras noticias relacionadas con el ferrocarril hasta Ayamonte arrancan en el proyecto aprobado para el llamado ferrocarril estratégico de Huelva a Ayamonte por Gibraleón, cuyo concesionario fue la Compañía del Ferrocarril de Huelva a Ayamonte, de vía ancha, con una longitud total de 61 kilómetros, pero quedó pendiente de un ramal hasta el río Guadiana. ¡Ah! Y curiosamente mientras que el Gobierno Portugués apoyaba y estaba dispuesto a subvencionar esta infraestructura, en caso de hacerse por vía ancha, por lo que suponía de integración en Andalucía, el Gobierno Español la consideraba con fines militares, y en particular para la defensa de la frontera con el Guadiana. Sí, ¡qué cosas y qué tiempos! Y ya veremos cómo se decantan ahora las posturas de ambos países con el mítico AVE, algo así como enmarcado todo el proceso que se avecina en el llamado cuento de la Buena Pipa (¿). ¿AVE también ya? Sí, lean el libro ‘Los ferrocarriles en la provincia de Huelva’, año 2007, de Emilio Romero Macías y edición de la Universidad de Huelva y Amigos del Ferrocarril en la Cuenca Minera de Riotinto. La historia se repite, amigos.
