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Dos años del atentado que rompió el último alto el fuego de ETA

Los miembros de ETA que intervinieron en la planificación o en la ejecución del atentado contra la T-4 de Barajas, del que hoy se cumplen dos años y con el que la banda rompió la tregua que había declarado nueve meses antes, están ya detenidos y procesados.

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Los miembros de ETA que intervinieron en la planificación o en la ejecución del atentado contra la T-4 de Barajas, del que hoy se cumplen dos años y con el que la banda rompió la tregua que había declarado nueve meses antes, están ya detenidos y procesados.

Aunque el atentado tuvo lugar el 30 de diciembre de 2006, la orden de cometerlo fue dada mucho antes, en verano de ese año, por Garikoitz Aspiazu, Txeroki, durante una reunión en el monte navarro de Auza con Joseba Aranibar, Basurde, y otros miembros del comando Elurra de ETA, del que también formaban parte Mattin Sarasola, Igor Portu, Mikel San Sebastián y Joseba Iturbide.

Así se recoge en los diversos autos de procesamiento dictados por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que señalan que en ese encuentro se acordó que la acción terrorista la ejecutarían San Sebastián, Sarasola y Portu, que para prepararla viajaron dos veces desde Navarra hasta el aeropuerto de Barajas, en un coche alquilado en Irún (Guipúzcoa), entre el 21 y el 22 de octubre de 2006.

Tras estos ensayos, los integrantes del comando Elurra volvieron a mantener una reunión con Aspiazu, “en la que especificaron las directrices concretas para llevar a cabo la acción planeada”.

La furgoneta con la que se cometió el atentado fue sustraída el 27 de diciembre en una zona de estacionamiento de caravanas en la localidad francesa de Luz Ardiden.

Mientras Aranibar se hacía cargo de la furgoneta para colocar el explosivo, sus compañeros llevaron hasta una cabaña en el monte al dueño del vehículo, y una vez cometido el atentado, le liberaron.

Tras dejar la furgoneta en el aparcamiento de la T-4, Portu avisó a la DYA de su colocación sobre las 07.55 del 30 de diciembre, y minutos más tarde llamó a los bomberos de Madrid. La explosión se produjo a las 09:00 horas y causó la muerte de dos ciudadanos ecuatorianos y 20 heridos.

Absuelven a Apesteguía

Por su parte, la Audiencia Nacional ha absuelto al preso etarra Juan Carlos Apesteguía Jaca de un delito de amenazas al estimar que, pese a que se dirigió “de forma airada” a los funcionarios de la cárcel de Huelva, el gesto que hizo con su mano es “ambiguo” y no tiene que significar un disparo.

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