La actual situación laboral obliga a los universitarios a trabajar como becarios en empresas para complementar su formación y tener una oportunidad en el mercado de trabajo.
Para impulsar la inserción de sus estudiantes, la Fundación de la UPO gestiona diferentes programas, dirigidos tanto a los estudiantes universitarios como a los ya licenciados.
Aunque existen para todas las titulaciones, las que obtuvieron mayor número de prácticas en 2010 fueron carreras como la diplomatura en Trabajo Social y licenciaturas como Administración y Dirección de Empresas, Ciencias Ambientales o Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
La mayoría de estas prácticas están remuneradas por las empresas, exceptuando las recogidas en los diferentes planes de estudio que son convalidables por créditos de libre configuración. La filosofía es cursar una asignatura en una empresa, en lugar de en el aula.
Una vez finalizadas, el grado de satisfacción de los alumnos es muy alto. Entorno al 80 por ciento de los estudiantes valora positivamente las prácticas y se considera suficientemente preparado para poder trabajar. Por su parte, las empresas que han acogido a los alumnos opinan que el 92,2 por ciento están preparados para insertarse en el mercado laboral. Estos porcentajes contrastan con la cruda realidad, ya que sólo el 35 por ciento de los alumnos consigue encontrar trabajo tras las prácticas, según los datos presentados por la fundación.
La experiencia de la empresa
Desde el año 2005, fecha en la que se firmó el primer Convenio de Cooperación Educativa para acoger a alumnos en prácticas, la empresa Emasesa colabora con la UPO. En los dos últimos cursos esta entidad ha tenido a 17 estudiantes y titulados de la UPO en prácticas y ha colaborado con la Universidad en diferentes foros de empleo, como la última edición de Sevilla Mercado Joven, que se celebró en abril.
Sara Gómez-Uribarri, responsable de Promoción y Desarrollo Profesional de Emasesa, insiste en la importancia de la realización de prácticas para completar la formación académica: “Si bien la Universidad cubre ciertos ámbitos del trabajo más generalistas, los alumnos necesitan complementar su formación con otros cursos de especialización y con cierta experiencia”. Esta empresa acogió a 54 alumnos el pasado año, procedentes de la Formación Profesional, la universidad y algunas titulaciones de postgrado. Los alumnos reciben becas en concepto de ayuda, que oscilan entre los 425 y los 840 euros, dependiendo de la titulación y el número de horas al mes.
Julián Castro, licenciado en Administración y Dirección de Empresas, está realizando desde abril prácticas en Emasesa. Julián también ha participado en programas internacionales y asegura estar muy contento con los resultados obtenidos: “Es muy interesante porque facilita la incorporación al mundo laboral. Se lo recomiendo a cualquier postgraduado como primera experiencia y contacto con el mundo empresarial”.
“Siempre quise trabajar en una empresa de estas características y mi experiencia está siendo realmente positiva y motivadora”, asegura.
Además de las prácticas, desde la Fundación de la UPO se gestionan distintos programas de inserción laboral, según Lola Ortiz, responsable de Comunicación de la Fundación. “Entre los programas de inserción laboral se incluyen un amplio abanico de proyectos, jornadas y seminarios para explicar a los alumnos y egresados las distintas opciones de acceso al mercado laboral, acercándoles las empresas a la universidad mediante foros de empleo o presentaciones de grupos, y fomentando sus inquietudes empresariales, con actividades como la semana de la cultura emprendedora y el día del emprendedor”, explica.
