“No se puede devolver. Esto no es un asunto de yo me lo quedo, yo te lo doy -declara Gabilondo-, sino de cuáles son los derechos y las competencias reconocidas en la Constitución y los estatutos de autonomía. Así que esto no es así, según vengan los tiempos, si son buenos o malos”.
Según Gabilondo, la solución no está en menos autonomía, en desprenderse de aquello que cuesta gestionar, sino en la corresponsabilidad, en más solidaridad, más cooperación y más colaboración entre las comunidades.
“Sin consenso en educación no se avanza. El acuerdo es el único camino. No el mejor, el único -subraya-”.
Sin querer juzgar intenciones, se refiere a “cierta percepción” de que alguien quiera justificar políticas o mensajes autonómicos con el argumento de que se reciben menos recursos de los debidos desde el Gobierno central.
Cada comunidad, según Gabilondo, tendrá sus razones para pensar que la educación vuelva a depender del Estado, pero es algo que tiene que estar “más cerca” del usuario.