El equipo de Juande Ramos ha comenzado su reconstrucción con triunfos en el estadio Santiago Bernabéu. Los dos últimos ante rivales directos -Valencia y Villarreal-, y ahora afronta una nueva tarea, ser igual de efectivo a domicilio, donde el balance con el nuevo técnico se reduce al Camp Nou, con derrota. Aquel planteamiento conservador en terreno del Barcelona y las victorias por la mínima, 1-0, ante Valencia y Villarreal, señalan a Juande Ramos como un técnico defensivo. La primera orden que da a sus jugadores es dejar la puerta a cero y lo ha conseguido en los dos últimos envites.
El entrenador del Real Madrid se defiende. “Soy eminentemente ofensivo”, dice. “Lo demostré en mi etapa en el Sevilla”. Ahora, tendrá que comenzar a mostrarlo con su nuevo equipo en Mallorca.
Para ello recupera a una de sus piezas ofensivas, el argentino Gonzalo Higuaín, que jugará su primer partido del año y presumiblemente mandará al banquillo al holandés Klaas Jan Huntelaar, falto de ritmo en su debut.
El Real Madrid cuenta con las bajas por lesión de José María Gutiérrez Guti y Dani Parejo. Juande recupera a Miguel Torres y Javi García, por lo que ha descartado por decisión técnica a Jordi Codina, Marcelo, Míchel Salgado y Javier Saviola.
Por otra parte, el estadio Reyno de Navarra acogerá el último partido de la decimoctava jornada de Liga que enfrentará al colista, Osasuna, con el líder, el Barcelona, en un duelo desigual cuyo resultado puede obedecer bien a la sorpresa o a la lógica.
El Barcelona afronta este encuentro con el propósito de no otorgar ninguna concesión a sus rivales y de alcanzar el récord de puntos en la primera vuelta, que obtuvo el Real Madrid la temporada pasada, al sumar 47 puntos. Con 44 puntos en diecisiete jornadas, el conjunto catalán aún dispone de dos partidos (Osasuna y Deportivo) para alcanzar y superar a su máximo rival en esta estadística, pero para ello deberá esforzarse como no lo ha hecho hasta ahora en un campo que se espera que esté helado.
