El ejercicio retórico realizado por Pérez Franco, pronunciado después de una emotiva presentación a cargo del delegado de Fiestas Mayores del Ayuntamiento, Gregorio Serrano, se centró en los tres pilares de la religión católica: la fe, la esperanza y la caridad.
No faltaron las citas bíblicas y alguna que otra frase lapidaria y las referencias a la crisis, a las juventudes católicas e incluso a los barrios en un texto con el que quiso contentar a todos los cofrades al hacer una breve mención de todas las hermandades que procesionan en la semana de Pasión, aunque con especial atención a las dos Esperanzas de la ciudad y a su hermandad del Baratillo, con la que cerró el pregón. “Por ti, yo aprendí a quererte de verdad. En tus llagas, yo busqué el consuelo. De tus manos yo alcancé la gloria. Esta es la pequeña historia de la fe de aquel chiquillo que encontró en el Baratillo tu amor y misericordia”.
Un texto que será recordado por el público por las dos horas y cuarto que tadó el pregonero en leerlo, tiempo tan sólo superado por el pronunciado hace tres años por Enrique Henares, de dos horas y veinte minutos.