El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla ha apoyado que se actúe en la Iglesia de Santa Catalina para evitar que se continúe deteriorando y “se hunda”, pero insta a que el Arzobispado revierta en la ciudadanía la inversión pública que se hará en el templo. Además, critica que parezca que desde el equipo de gobierno se “preocupe más de la propiedad de unos que de otros”.
La concejal socialista Mercedes de Pablos recordó ayer que Santa Catalina es propiedad de la Iglesia católica, “que es beneficiaria del dinero público para su restauración, por lo que debería revertir esa inversión en la ciudadanía”. Así, propone que, mientras la ciudadanía ayuda a mantener el patrimonio, el Arzobispado debería permitir que se realizara un “uso parcial de esta sede o que se negocie su utilización”.
“En la historia de la Iglesia y los gobiernos hay casos como el Palacio de San Telmo o Betania, que son patrimonio privado pero que constituyen un bien público”, señaló, añadiendo que también hay que recuperar San Hermenegildo.
Por otro lado, la plataforma ciudadana creada a través de Facebook con el objetivo de instar a la restauración de la Iglesia de Santa Catalina de Sevilla, que cuenta ya con unas 1.500 adhesiones, colocó ayer, día en que se cumplen ocho años del cierre de este templo gótico-mudéjar, una pancarta a las puertas de este Monumento Nacional en la que reivindica actuar ante los ocho años de “abandono, desprecio, de inmoralidad cultural y de atentado a la historia de esta ciudad”, que han sido “robados a la historia”.
Uno de los impulsores de la plataforma José Javier Comasindicó ayer que parece que se tiene ahora la sensación de que “algo” está cambiando, pero que hace falta “más que palabras, sino compromisos para la realización de las aportaciones de dinero”. Así, señaló que el Ayuntamiento se ha comprometido por carta, pero que la Junta y el Arzobispado “parece que no mueven ficha”, mientras que “todo está en el aire”.
“El cartel que se coloca este domingo es simbólico, para que no se olviden sus ocho años de cierre, mientras permanecemos a la espera de que se vayan dando más pasos para su rehabilitación, algo que es urgente ante el hundimiento de los pilares y los riesgos de desprendimiento”, afirmó Comas, que apuesta por un arreglo inminente antes de que haya “un susto muy grande”.
