En rueda de prensa en Islamabad junto al ministro paquistaní de Exteriores, Shah Mehmud Qureshi, De Hoop Scheffer admitió “el alto precio” que el Ejército de Paquistán está pagando en la lucha contra el terrorismo y alabó “la mejora de las relaciones en los últimos tiempos” entre Islamabad y Kabul.
“El terrorismo y el extremismo representan una amenaza en esta región. Paquistán tiene que ser parte de la solución y compartir (con la OTAN) el objetivo de un Afganistán pacífico y estable”, declaró.
El diplomático insistió además en que la OTAN “respeta la soberanía de Paquistán”, desmarcándose así de los frecuentes ataques de aviones espía estadounidenses contra objetivos insurgentes en el conflictivo cinturón tribal paquistaní, limítrofe con Afganistán.
“Nuestras misiones terminan en la frontera”, mantuvo De Hoop Scheffer.