EDITORIAL: La peor cara de la crisis

RONDA SEMANAL informa esta semana sobre uno de los peores efectos de la crisis, el que obliga a unos quince hombres a dormir en la Alameda del Tajo cada noche. Bien es cierto que la situación es muy novedosa en lo que al número de personas se refiere, porque hasta hace unas pocas semanas no ha comenzado a darse tal circunstancia de forma masiva, pero hay que actuar de inmediato. Porque una sociedad no será madura hasta tanto no sea capaz de acabar con este tipo de situaciones que, lastimosamente, van a peor en vez de ir a menos. Y en ello, no cabe duda, tienen que ver las durísimas políticas conservadoras que imperan en el mundo desarrollado y que en España, a pies juntillas, está siguiendo el Gobierno. En Ronda, esas políticas se traducen en el pensamiento único que esbozan los responsables del Partido Popular, empecinados en recortar a diestro y siniestro sin mirar hacia atrás, dejando a quien sea en el camino, o la cuneta, con el cínico discurso de ir en buena dirección cuando ocurre justamente lo contrario.
En Ronda, sin ir más lejos, se pierden inversiones por la nefasta gestión del equipo de Gobierno; eso se traduce, de forma directa, en menos puestos de trabajo. Y mientras tanto, o nuestros políticos andan de vacaciones, como este mes, o andan vendiendo humo, como llevan haciendo todo un año. Esta semana, en relación a un asunto en concreto, el del nombramiento del Tajo como Monumento Natural, algún grupo político pone negro sobre blanco: o se toman en serio las cuestiones municipales, o mal vamos.
En este caso en concreto, el concejal de Bienestar ha dicho que nadie debería dormir en la calle, lo que desde luego aceptamos. Pero también ha dicho Antonio Arenas que el Ayuntamiento no irá a buscar a nadie, y esto no lo entendemos. Habrá que estudiar cada caso, pero ciertamente nadie debería dormir en la calle.
Por cierto que el apagón nocturno al que el PP ha sometido a la Alameda ayuda a esta situación. Más valdría recortar en otras cosas que, además, evitan destrozos como los que están ocurriendo.