Es el momento propicio para que el PSOE de Cádiz lleve a cabo su gran renovación. Un relevo casi completo que aportará aire fresco a la agrupación local. Blanca Flores, una de las caras más conocidas del socialismo gaditano, espera que continúe la estela de cambio que se ha producido a nivel regional y provincial. Aún no habla de candidatos, pero confía en que a partir del 27-S todo sea distinto y el socialismo vuelva a encabezar un proyecto ilusionante.
—La portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Cádiz, Marta Meléndez, ya ha anunciado públicamente que presenta su candidatura para dirigir la Secretaría Local del PSOE, y se está rumoreando que su rival puede ser Francisco González, secretario de Organización a nivel local hasta hace unos días y compañero de Meléndez en el grupo municipal ¿Podría confirmarlo?
—Hay otra candidatura que no ha trascendido tanto como la de Meléndez, pero que está ahí, que es la de José Ramón Ortega. De Fran González te puedo decir que está trabajando en un proyecto y se supone que ciertas intenciones de presentarse tiene, pero no se sabe si finalmente será él quien opte a la Secretaría General del partido en Cádiz.
—¿Puede ser que Francisco González se presente como candidato de ‘Socialistas por Cádiz’, es decir, del grupo al que usted pertenece dentro del PSOE?
—Ahora mismo el grupo de Fran y el de ‘Socialistas por Cádiz’, que es el que coordino yo, son distintos.
—Sí, pero se comenta que podrían apoyarlo en un momento determinado...
—Blanca Flores coordina un equipo de trabajo que está formado por socialistas que están muy preocupados por la situación económica actual, y por el funcionamiento de la agrupación local. Somos un grupo de militantes que desde hace tiempo venimos trabajando, debatiendo y plasmando incluso por escrito nuestra idea de partido y de ciudad. Estamos a 9 de septiembre y hasta el 27 quedan 18 días en los que todo el debate de ideas tiene que ponerse internamente al servicio de la militancia para llegar a un consenso y a una nueva forma de dirigir la agrupación, porque el momento y las circunstancias así lo requieren. Si el partido llega a decantarse por un nuevo proyecto repercutirá en el fortalecimiento de la agrupación de cara a la ciudad. De momento estamos trabajando, pero no tenemos decidido a quién vamos a presentar, a quién vamos a apoyar, ni dónde, ni como vamos a hacerlo.
—¿Es decir, que ni siquiera está claro que de ‘Socialistas por Cádiz’ vaya a salir un candidato?
—Un candidato en sí mismo no, pero sí haremos una apuesta, y esa apuesta va a recoger el sentir de una parte muy numerosa de la militancia gaditana.
—¿Y en esa apuesta particular quien saldría ganando, Marta Meléndez o Francisco González?
—De momento sólo tenemos información de la propuesta de Marta Meléndez y José Ramón Ortega. De Fran sabemos que está trabajando en un proyecto ilusionante pero aún no conocemos las líneas. Puede ser él u otra persona.
—¿En el caso de que se confirme la candidatura de González, podría suponer una ruptura o algún roce en el grupo municipal del Ayuntamiento por falta de entendimiento?
—El PSOE es un partido plural y diverso en el que hay muchas sensibilidades de la izquierda con distintos matices. Esa pluralidad y democracia interna nos caracteriza como tal. Nos parece saludable que en determinados momentos se produzcan estos debates y estas diferencias porque es señal de que el partido está vivo, preocupado, de que hay interés de renovación por parte de las personas que lo forman, y que esas personas están por el cambio y la mejora.
—¿En el proyecto de Blanca Flores la juventud tiene un peso importante?
—Indudablemente. En mi grupo hay muchas mujeres, gente con dilatada trayectoria en el partido, pero también es cierto que algo debemos tener cuando atraemos a los jóvenes y nos podemos sentir orgullosos de que haya tanta juventud aportando en Socialistas por Cádiz, yo al menos así lo veo.
—Se le ubica a usted en el sector radical del PSOE, está satisfecha con ello, o cree que es una concepción equivocada?
—No somos radicales para nada. Diría más bien que somos críticos. Desde que llegó José Antonio Griñán a la presidencia de la Junta de Andalucía y a la Secretaría General del partido se ha producido una transformación en nuestro grupo. En realidad nuestra línea es más de crítica constructiva y de valoración en positivo que de otra cosa, lo que pasa es que es un grupo que siempre está ahí, reivindicando una voz que consideramos necesaria, porque favorece la pluralidad y la imagen de que otro PSOE es posible, y que hay otra manera de entender la política, de una forma más participativa, porque no hay que ceñirse a lo estrictamente jerarquizado. Creo que hay grupos que son más radicales dentro del PSOE.
—¿Qué cree que va a pasar a partir del día 27?
—Tendremos renovados todos nuestros órganos de dirección. Seguro que tenemos sobre la mesa un proyecto ilusionante y que muchos socialistas se reincorporarán porque se sentirán identificados con esos objetivos. Independientemente de que en estos días haya esas “luchas” internas, el día 28 toda la militancia socialista seguirá a la dirección que salga elegida.
—No es vinculante, pero ¿cree usted que el que salga elegido será el próximo candidato del PSOE a la Alcaldía?
—No tiene por qué, e incluso quizás sería saludable que no lo fuera. Un secretario General debe preocuparse más de la agrupación a nivel interno, mientras que los que están de concejales tienen que ocuparse de hacer política de calle. Es más recomendable la bicefalia desde mi punto de vista.
—¿Qué cambios habría que efectuar en la Ejecutiva Local con urgencia?
—Habría que efectuar cambios de concepto a la hora de entender el partido y la política general, y más en estos momentos de crisis. Tenemos que preocuparnos por la gente, por los problemas de los vecinos. Un partido no es una peña, sin desmerecer a este tipo de asociaciones. Sí que es cierto que las relaciones internas y externas de los socialistas en general tienen que cambiar.
—Meléndez y González concurrirían claramente marcados, Meléndez simbolizará al pizarrismo y el otro al sector griñanista, ¿Eso es positivo de cara a los militantes y a la imagen pública que se puede dar antes y después del 27-S?
—Sinceramente creo que son simplemente sensibilidades de cara al exterior. Todos estamos bajo el paraguas del socialismo y desde ese prisma es como hay que entender este proceso.
—¿Qué diferencias ve usted entre Marta y Francisco para ostentar el cargo?
—Los dos son personas preparadas, capacitadas, han tenido responsabilidades tanto en la Ejecutiva Local como en el gobierno municipal, pero quizás Marta habla más de ciudad y mira más a lo que es el Ayuntamiento y la otra opción no sólo mira eso, sino que también se preocupa por ofrecerle a la ciudad un gobierno fuerte y comprometido. Pero no quiero decir con esto que vaya a apoyar a uno o a otro. Ahora somos más maduros, más conscientes, estamos en otra situación distinta a la de hace cuatro años. En el 2008, cuando presenté mi candidatura, estábamos en un contexto más feliz y ahora mismo atravesamos por una situación muy preocupante y no es momento de luchas internas. En cualquier caso, ahí seguimos trabajando, porque creemos que hay que concienciar a la gente de que lo político es preocupación de todo el mundo, porque puede que los fallos de los políticos se produzcan en parte como consencuencia de que no nos preocupamos de quién gestiona, cómo gestiona y para qué. Si hubiera más preocupación, muchos problemas que parecen de difícil solución serían más fáciles de arreglar. La gente tiene que darse cuenta de eso.
—¿Cómo augura que van a ser estas tres semanas?
—Van a ser tres semanas apasionantes, en las que deberíamos se muy respetuosos con la ciudadanía. Lo vamos a vivir con intensidad porque todos queremos aportar, que se hagan las cosas de la mejor manera posible y muchos de nosotros confiamos en que estamos en una situación histórica de transformación, que viene precedida por los cambios a nivel regional y provincial. Además, de cara a las municipales de 2015 se nos presenta un panorama alentador.
—¿Habrá lucha en la prensa?
—Es inevitable que haya morbo, pero creo que en esta ocasión se está llevando todo de manera más normalizada, y eso es un avance muy importante. Antes había una lista oficialista y cualquiera que presentase otra alternativa era tomado casi como un agravio, cuando en realidad esa pluralidad es lo que debería potenciarse en un partido como el mío. No digo que haya siete listas porque eso supondría una fragmentación excesiva, pero sí dos o tres opciones que pudieran presentar sus proyectos con toda la naturalidad del mundo. Existen muchas formas distintas de entender una organización a nivel interno, y es saludable que las personas que militan en el partido tengan la posibilidad de decidir cuál es el proyecto con el que se sienten más identificados.
