Habían pasado meses desde que un vecino pudo hablar por última vez en un pleno, y es por ello que decenas de rondeños convirtieron la última sesión ordinaria en una auténtica ratonera para los concejales del equipo de Gobierno que integran PP y PA. Reclamaron más atención, un gobierno más cercano y pegado a la gente y una mayor sensibilidad. Y lo hicieron con no pocas quejas y demandas en torno a dos polémicos asuntos, el centro de visitantes en la ladera del Tajo o el caso de la denunciada discriminación al Club Deportivo Ciudad de Ronda.
Tan polémicos resultaron los ruegos y preguntas del público que el pleno, que acabó en su tramo oficial en apenas una hora, se prolongó durante más de tres horas por las numerosas interpelaciones del público al equipo de Gobierno, que ciertamente se sintió acorralado. Así, la alcaldesa de la ciudad, Mari Paz Fernández, no dudó en enfrentarse abiertamente a todos cuantos pusieron en entredicho la gestión del bipartito, empleándose tan a fondo hasta incluso perder su papel de Presidenta de la sesión.
La sesión, sin apenas contenido, empezó tranquila. Por el camino, puntos sin importancia y algunos de mero trámite, como el calendario de los días festivos en 2013, fijados el 24 de enero, con motivo de la festividad de la Paz, y el 5 de septiembre, jueves de la próxima feria. Algo de polémica hubo durante el debate de la propuesta de acuerdo para que se establezca un protocolo de amistad con la ciudad de Ceuta, como paso previo a un posible hermanamiento: “Nos vamos a abstener, no porque sea malo un tratado de amistad, sino porque entendemos que con la que está cayendo hay otras cosas de que ocuparse y porque hay que evitar, ya que ustedes tanto lo dicen, gastos que sean innecesarios”, relató la portavoz de IU, Paqui González. Contestó la alcaldesa: “Usted no ha leído la propuesta, porque aquí no hay gastos”; pero cerró de nuevo González: “Creo haber leído que se van ustedes a Ceuta el 3 de noviembre a firmar este documento. Supongo que eso costará algún dinero”, terminó.
Más tenso se puso el pleno durante el debate de distintas mociones de los grupos políticos, especialmente tras que PP y PA impidieran con su mayoría que IU propusiera un debate en torno a la subida del IVA: “Llega tarde la propuesta”, dijo Jesús Vázquez, portavoz del PP. Reprochó Álvaro Carreño, que pretendía defender la propuesta, que “la moción se presentó en julio, y hasta hoy no la han incluido ustedes en el orden del día para, además, no permitir su debate. Cuando a ustedes les interesa algo, lo presentan sea como sea, llegue o no a última hora, pero no tratan igual a la oposición”. Carreño sí pudo debatir una moción sobre los recortes del Gobierno de la nación, al que acusó de “traicionar a los ciudadanos y tratar con guante de seda a los defraudadores de cuello blanco”. Tras que Isabel Barriga defendiera que “no son las formas, porque IU pretende realmente atacar al PP”, el PSOE reprochó que “la lástima es que a ustedes los andalucistas, señora Barriga, sólo le duelan los ataques al PP pero no los ataques del PP a los ciudadanos”.
Hubo mayor acuerdo en la moción que exige al Gobierno de Rajoy que revise la ley por la que pretende eliminar las ELA de Montecorto y Serrato, al haberse pactado un texto institucional rubricado por todos los partidos, curiosamente también por el PP.
RUEGOS Y PREGUNTAS
Durante los ruegos y preguntas, el PSOE reclamó al equipo de Gobierno que actúe contra el desempleo en la ciudad: “No hacen nada”, reprochó el edil Alberto Orozco, quien también insistió en mostrar las dudas del PSOE en torno a la zona azul del cuartel de la Concepción: “Va contra el convenio firmado con Defensa y contra la propia Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas”, advirtió. Pero fue su compañero Francisco Calvente quien lanzó los primeros dardos contra el concejal de Deportes, el popular Bernardo Crespo, quien se convertiría, a la postre, en protagonista del pleno. Calvente le acusó nuevamente de intentar privatizar el deporte en la ciudad a través de su gestión en el Patronato Deportivo; reprochó “la falta de palabra” de PP y PA con el Balonmano Ronda, exigiendo al equipo de Gobierno que asuma su responsabilidad en la desaparición del decano equipo de la ciudad; y acusó directamente a Crespo por también “incumplir su palabra y sus compromisos con el CD Ciudad de Ronda”. Decenas de padres con hijos en el club le aplaudieron, para después convertirse también en protagonistas.
Uno por uno, hasta cuatro padres, junto al presidente del Club, exigieron conocer por qué se les niega una subvención y el uso de espacios deportivos públicos. Hablaron de mentiras, de “promesas de igualdad incumplidas”. Y respondió siempre Mari Paz Fernández, quien llegó a asegurar que “pediremos a Hacienda que investigue sus cuentas”, acusó tras que una madre retara a Fernández a conocerlas.
Pero la alcaldesa se mostró especialmente combativa ante el presidente del club, Sergio Caballero, a quien no dejó de desautorizar mientras éste defendía por necesario “la igualdad de trato” del Ayuntamiento respecto al club que preside.
Como se relata en la página 3 de este número de RONDA SEMANAL, vecinos del barrio de San Francisco pusieron también entre las cuerdas al equipo de Gobierno a propósito del centro de recepción de visitantes que pretende levantarse en las cornisas del Tajo. En mitad de un debate que difícilmente pudo controlar Fernández y donde un vecino tras otro cogía para hablar el micrófono de mano que se emplea en la sala para las preguntas del público, la alcaldesa llegó a soltar que “el proyecto cuida el medio ambiente y nuestro patrimonio”, y protestó asegurando que no aceptaría “tales insinuaciones” tras que un vecino asegurase que “hay un trasfondo” en este proyecto.
Y pese al monumental lío, la sala enmudeció para oír al concejal Rafael Flores, de quien una vecina reclamó su opinión en torno al proyecto: “Cuando he conocido el proyecto he comprendido que la afección visual será nula y que incluso mejorará medioambientalmente la zona, actualmente degradada”, aseguró.
Por no librarse, no se libró siquiera la portavoz de IU, Paqui González, tras que ProDerechos Humanos pusiera en duda la eficacia de la comisión contra los desahucios que preside por acuerdo plenario. La suya, sin dudas, fue la más sensata respuesta: “Me podría justificar, pero yo no lo voy a hacer. Pido disculpas”. Y así concluyó el pleno.