México y los países centroamericanos han exigido este sábado en Cádiz una "reflexión ineludible e inaplazable" sobre la despenalización de la producción, venta y consumo de drogas a nivel mundial.
Según ha resumido de forma muy gráfica el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, en la primera sesión plenaria de la XXII Cumbre Iberoamericana que concluirá este sábado en Cádiz, la despenalización debe ser "una de las alternativas" posibles a la "regularización" actual que provoca que unos pocos países "se lleven las ganancias" que este mercado genera y otros, como los países centroamericanos, solo "tengan los muertos".
Para el presidente saliente de México, Felipe Calderón, éste es un debate que no se puede retrasar y menos después de que en 17 Estados de EEUU ya sea legal el uso medicinal de la marihuana y de que, desde el pasado 7 de noviembre, en los Estados de Colorado y Washington se haya aprobado la despenalización de esta droga para uso recreativo.
Según Calderón, esto ha provocado un "cambio paradigmático" del problema a nivel mundial. "Mientras en nuestros países mueren miles de jóvenes en crímenes del narcotráfico, en EEUU ahora, simple y sencillamente, se producirá y comercializará a niveles industriales en esos estados y se consumirá a discreción".
Por eso, insiste en que ahora es más necesario que nunca una "reflexión conjunta" sobre la posibilidad de regularizar ciertos consumos. Sobre todo, apostilla, porque "no solo nos preocupan la drogas, sino que nos preocupa especialmente la violencia asociada a ella, el secuestro y la extorsión, la trata de inmigrantes... Problemas que ya habríamos derrotado si no fuera porque llegan miles de millones de consumidores de EEUU y Europa".
Tras criticar duramente que Norteamérica siga "ensalzando la cultura del consumo de drogas" a través de películas y series de televisión, Calderón ha reiterado como "fundamental el fortalecimiento de la lucha contra el narcotráfico entre todos".
"No podemos dar ni un paso atrás ni bajar la guardia, pero también hay que dar un paso más sobre cómo cortar el flujo de dinero que llega de los consumidores a las organizaciones criminales. La gran pregunta es cómo", ha advertido Calderón al resto de sus socios iberoamericanos en Cádiz, ante quienes ha apuntado como "una de las alternativas" a este mercado negro "otra regularización" de la producción y los consumos. "Quizás pudiera tener otra regularización", ha dicho exactamente.
OTRAS PROPUESTAS
Mientras ese debate llega, el presidente saliente de México ha puesto encima de la mesa otras propuestas para mitigar las consecuencias del narcotráfico y de la violencia que ello genera en su país y en Centroamérica.
En primer lugar, Calderón señala como imprescindible que se "impulse una mayor articulación y cooperación" entre estados para fortalecer las instituciones y luchar contra la violencia y el crimen organizado.
Además, ha apostado por "reconstruir las instituciones" de los países más afectados por esta lacra, ya que, según ha admitido, las organizaciones dedicadas al narcotráfico y a la extorsión han "vulnerado" desde jueces a policías pasando por fiscales y políticos.
En tercer lugar, y como apuesta "más importante", Calderón se ha referido a la necesidad de "recuperar" a los jóvenes de las "garras de la violencia". "Tenemos la bendición y la ventaja de ser países jóvenes. Por eso hay que crear oportunidades de trabajo y de estudio y consolidar una cultura de respeto a la ley, a la vida, al trabajo, a uno mismo y a los demás, algo que aún está pendiente", ha concluido.
