Decenas de miles de personas con discapacidad y sus familiares se han manifestado este domingo en Madrid, en una marcha convocada por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), con el objetivo de denunciar "el recorte de derechos" que el colectivo ha sufrido con la crisis.
En la víspera del Día Internacional y Europeo de la Discapacidad y bajo el lema 'SOS Discapacidad: Derechos, Ilusión y Bienestar a Salvo', esta marcha ha concentrado "por primera vez de forma unitaria a todo el colectivo, según ha explicado el presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, que ha calificado la jornada de "histórica".
Pérez Bueno ha señalado que la intención de esta marcha es "hacer ver a los gobiernos y a la ciudadanía que no se puede salir de esta crisis sin las personas con discapacidad y sin tener pleno respeto a sus derechos" que, según ha denunciado, "no se están cumpliendo".
Así ha denunciado que estos años están siendo "un museo de los horrores" para los discapacitados y sus familias "con la reducción drástica de apoyos públicos" que afectan, entre otros ámbitos, al empleo del colectivo. En este sentido, ha indicado que "más de 60.000 empleos de los 2.000 centros especiales de empleo que hay en toda España pueden desaparecer mañana mismo por los recortes".
Por su parte, el presidente de la ONCE, Miguel Carballeda, ha indicado a Europa Press que "los derechos que se pierdan ahora no se van a volver a conseguir". "Por eso queremos hacer reflexionar a la sociedad española, para que nos ayuden a mantener lo que tantos años nos ha costado", ha indicado.
Además, ha denunciado que el Gobierno siempre haya tenido al colectivo de los discapacitados "a la cola" y ahora "lo pongan de primero en los recortes". A su juicio, era necesaria esta manifestación "para que la clase política reflexione y sea consciente de priorizar y no poner a los colectivos más desfavorecidos en la diana de los recortes".
"Le pedimos que sean valientes y justos y que se estabezcan un orden de priroridades que no pase por recortar en aquellos que son los más débiles y los que más lo necesitan", ha insistido.
En el comunicado que varios representantes de la organización han leído al finalizar la marcha, que ha recorrido la calle Goya hasta la Plaza de Colón, el CERMI ha denunciado que "si en los mejores momentos económicos, las personas con discapacidad y sus familias no logran disfrutar de un bienestar generalizado, en las épocas pésimas, como esta, sufren las consecuencias más devastadoras de la crisis".
RETRASO EN EL PAGO DE DEUDAS
Para la organización, "la discapacidad va a acabar siendo una 'zona catastrófica'" mientras las administraciones autonómicas y locales adeudan al sector y a las entidades de iniciativa social sin ánimo de lucro, más de 300 millones de euros por bienes, productos y servicios entregados o prestados y o pagados".
Al respecto, han denunciado que la "deuda crece en vez de reducirse" debido a los "retrasos acumulados de meses, e incluso años, en el abono de deudas por servicios directos a personas con discapacidad, que son de obligación pública, pero que llevan a cabo las organizaciones sociales".
"Un nivel de deuda disparada que asfixia a las estructuras de la discapacidad y que está llevando al colapso a una enorme cantidad de recursos, dejando absolutamente desasistidas a decenas de miles de personas con discapacidad con grandes necesidades de apoyo", ha apuntado el presidente del CERMI.
Además, el sector ha destacado "el incumplimiento sistemático de muchas leyes aprobadas para beneficiar sus derechos, el aumento de la pobreza y la exclusión, o el abandono de los apoyos a las familias", entre otros. Del mismo modo, han destacado la "situación de especial exclusión de mujeres y niñas con discapacidad o de las personas de este colectivo que viven en el medio rural" y que "tienen todavía más dificultades para acceder a los bienes sociales básicos".
La marcha ha sido apoyada por más de 60 entidades representativas de la discapacidad de toda España, según ha informado la organización, que ha apuntado que se han desplazado a la capital un total de 300 autobuses de todas partes del país.