El helicóptero brasileño que lo trasladó desde las selvas del Cauca, donde las FARC lo entregaron a una misión humanitaria, aterrizó a las 14.00 hora local (19.00 gmt).
Nada más tomar tierra, López rompió en sollozos e inmediatamente se fundió en un abrazo con sus hijos y su esposa, Patricia Nieto.
Con camiseta azul, gorra y un crucifijo de madera colgado al cuello, este ex diputado del Valle del Cauca, el único superviviente del grupo de congresistas de esa región secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2002, regresó así a la libertad.
“Libertad, libertad” fueron los primeros gritos que se escucharon de la multitud que recibió a López, a quien entregaron ramos de rosas rojas y blancas.
Su esposa, quien se llegó a adentrar en las selvas en busca de su esposo, tampoco pudo evitar la emoción y rompió en sollozos.
Entre llantos y gestos de gran alegría, López se dirigió a quienes le esperaban, entre ellos el portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Yves Heller, a quien sólo dijo: “gracias, gracias”.
López se dirigió a continuación hacia la ciudad de Cali, donde tenía previsto ofrecer la pasada madrugada una rueda de prensa para explicar los detalles de su cautiverio.
Una rueda de prensa muy esperada porque López es el único que puede dar detalles sobre lo ocurrido cuando sus compañeros también legisladores murieron en 2007.
Por su parte, el ex subsecretario del Ministerio de Interior de Ecuador Ignacio Chauvín, detenido por narcotráfico, sostiene que acordó hace alrededor de un año con las FARC la liberación de los rehenes de esa guerrilla colombiana. Chauvín afirmó que se reunió siete veces con el fallecido portavoz internacional de las FARC, Raúl Reyes.